¿Dónde está Esquerra Unida de Elche? ¿Existe? ¿Quién está al frente de la misma? Éstas son algunas de las preguntas que se vienen haciendo antiguos militantes, vigentes simpatizantes y, también, el resto de fuerzas políticas del municipio, sobre todo las de la izquierda, que guardan más o menos simpatía a estas históricas siglas.

A un año de las elecciones municipales, EU busca resurgir de sus cenizas, tras haber quedado reducida a la mínima expresión. Rosa Pérez Garijo, elegida nueva coordinadora general de Esquerra Unida del País Valencià, aterrizó ayer en Elche, junto al coordinador comarcal, Samuel Ortiz, con el objetivo de empezar a revitalizar la formación y poder concurrir a los comicios locales de mayo de 2019. Esa es la aspiración de la cúpula de EU. «Unir y fortalecer la organización y la estructura en Elche», subrayó Pérez Garijo. Y bajo esta premisa, la dirección comarcal del partido ha fijado en julio una reunión con los afiliados para relanzar la formación a nivel local.

En estos últimos tres años no se le conoce que haya protagonizado ningún acto en solitario en la calle de calado (sí que participó junto a Compromís y Podemos en junio de 2016 en la campaña «A la valenciana»), ni tampoco ha tomado la iniciativa o manifestado su parecer en lo que se refiere a asuntos polémicos que se han ido gestando en la ciudad. Su presencia pública en la agenda política es nula y sus actuales responsables son prácticamente desconocidos para la ciudadanía.

«EU no es un partido, es una coalición de partidos», aclara en primer lugar Rafael Gallardo, coordinador comarcal de la formación, quien también considera que es muy complicado el reencuentro de las dos corrientes que antes de las elecciones de 2015 se enfrentaron y que provocó la salida de aquellos militantes que estaban a favor de concurrir en Guanyar.

José Ángel Quero, que en su día llegó a ser coordinador general y ahora se define como militante de base, lo tiene claro: «No hay partido, no hay organización mínima para encarar unas elecciones, ni unos criterios organizativos. Somos un verdadero punto negro en toda la organización de IU». Gallardo, no obstante, no lo ve así. Afirma que ya están trabajando para intentar hacer una coalición, dentro de los estatutos del partido y siguiendo la línea federal, para unirse, posiblemente y entre otras agrupaciones, con Podemos.

Dinamitar

Precisamente, la posible confluencia con Podemos para concurrir a los comicios de 2015 fue lo que terminó de colapsar el partido tras un largo reguero de tensiones internas. El bloque más comunista se negó a unir esfuerzos de cara a la cita de mayo de 2015, mientras que los más renovadores, en vista del muro que tenían enfrente, optaron por marcharse del partido o desvincularse al máximo de la nueva dirección, lamentando, eso sí, las constantes vitales en las que quedaba la formación.

«Tras la crisis vivida hubo un vaciamiento de militancia, hasta el punto de que EU de Santa Pola tira ahora más del carro que Elche», explica Quero, quien considera que de un centenar de militantes, apenas pueden quedar en estos momentos unos cincuenta. «La vieja guardia está ahí, con el dogmatismo pasado y a quien quiera estar se le exige el carné de pureza», lamenta el que ha sido una de las voces en Elche de EU.

Robert Quereda, excoordinador de EU que se dio de baja hará unos dos años, se muestra más integrador. «Sí que existe, pero los veo un poco parados, hay una apatía muy grande», indica. A su juicio, el efecto logrado por Podemos se ha comido a buena parte del partido. Y en cuanto a las divisiones internas, casi que le quita importancia «porque he vivido tantísimas fracciones en el partido...».

Últimos cambios

A mediados de 2013 Juan Antonio Cano Pérez era elegido por unanimidad nuevo coordinador local. En diciembre de ese mismo año, José Ángel Quero pasaba a ocupar esa responsabilidad tras la dimisión del primero. En junio de 2014, en una asamblea extraordinaria, Quereda, excandidato a la Alcaldía de Elche en 2011, se hacía con el control tras una remodelación del consejo político. No obstante, en marzo de 2015 dimite y es María Espinosa y, a continuación, Santiago Soriano, en una serie de episodios casi esperpénticos, quien llega ser el alcaldable para las municipales del ejercicio 2015.

Tras las mismas, Soriano no solo dimite, sino que también se da de baja y es Rubén Fernández (con quien este diario no ha podido contactar) quien encabeza una gestora y a día de hoy es el líder local.

«Hay que darle un empujón grande si se quiere llegar a las elecciones», señala Quereda. «Esto es más un club social que un partido», remata Quero. «Es imposible reconciliar a las dos partes», sentencia Gallardo.