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Los vertidos de residuos en el Camp d'Elx disparan las intervenciones del Seprona

La problemática por los escombros y basuras acapara las actuaciones del servicio de la Guardia Civil y es la principal causa por la que levantan actas

Una escombrera irregular denunciada en Semana Santa por el Seprona y situada en Torrellano matías segarra

La presencia de escombreras improvisadas a lo largo y ancho del término municipal ilicitano no solo han acabado desatando las denuncias vecinales y de colectivos locales, sino también la persecución de las fuerzas de seguridad. Tanto es así, que el vertido de residuos se ha convertido incluso en la principal causa por la que la que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil interviene y levanta actas en Elche, al dispararse los casos. Paralelamente, el Ayuntamiento y la Policía Local tienen ya señalizados 50 puntos negros, donde se producen vertidos irregulares y donde se advierte de las sanciones económicas. No en vano, el equipo de gobierno tiene, al menos, un centenar localizados.

El aumento de las reformas en viviendas, muchas de ellas impulsadas a pequeña escala, es la principal causa que podría estar detrás, según la Guardia Civil, de la aparición constante de escombreras, eso, unido a la falta de civismo de aquellos que, en lugar de recurrir a las instalaciones municipales habilitadas optan por tirar en la vía pública o solares privados los materiales de construcción y basuras. De ahí que se hayan disparado las denuncias en este sentido, según apuntaron desde la Benemérita. Tanto es así que el concejal de Limpieza, Héctor Díez, ha llegado a reconocer que los basureros ilegales constituyen ya «el problema más grave del Camp d'Elx hoy por hoy».

De este modo, el Seprona se encarga de levantar actas y de dirigirlas entonces al Ayuntamiento y a la Generalitat para que, a partir de ahí, las administraciones tomen cartas en el asunto e interpongan las multas. Sin embargo, no todos los vertidos de residuos se producen en las mismas circunstancias.

Por un lado, hay casos en los que se producen en parcelas privadas y es posible localizar a los propietarios, pero, por otro, también se dan situaciones en las que los escombros se tiran en espacios públicos, junto a los contenedores de basura o en caminos. Aquí, es donde, según el Ayuntamiento, para la Policía Local resulta una misión muy complicada pillar a los infractores, ya que para ello resultaría necesaria una patrulla policial permanente en cada punto. El plan que hay, por el momento, es limpiar los lugares detectados, señalizar y sancionar cuando se puede. El último de los carteles que ha colocado recientemente el tripartito, tras la advertencia de la asociación de vecinos y del pedáneo, es en la urbanización Buenos Aires. En este enclave, se advierten de que las multas por tirar basura alcanzan como mínimo los 500 euros.

En esta línea, colectivos como la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur (Asha) y desde Margalló Ecologistas en Acción han denunciado la proliferación de los vertidos en los últimos años en el entorno rural, terrenos forestales y alrededores de zona húmedas. Y es que, uno de los escenarios que más preocupa a los ecologistas, afectados por los basureros incontrolados, está cerca de parajes naturales como El Hondo y los Carrizales. Ante la problemática, han presionado al equipo de gobierno para buscar soluciones, más allá de las multas.

Desde Asha sostienen que es necesario abordar la gestión de los residuos agrícolas y de los vertidos ilegales en el campo de una manera muy diferente a como se ha venido realizando hasta la fecha. Dicha gestión, según el colectivo, va en el camino del necesario incremento de la vigilancia y el control, pero, por otro lado, por la vía de la facilitación a agricultores y población rural de alternativas para la gestión de sus residuos. Desde Margalló también ha apuntado a la necesidad de incluir en la futura contrata de limpieza viaria y de recogida de basuras soluciones para la gestión de residuos agrícolas y de poda.

Por el momento, estas reivindicaciones parecen haber sido anotadas por el equipo de gobierno, ya que, según el edil de Limpieza, la intención municipal es que se puntúe a las empresas que presenten soluciones para atajar los problemas que generan las podas en el Camp d'Elx.

Una de las cláusulas que el tripartito pretende incluir, por ejemplo, en el pliego de la nueva contrata, es reforzar la brigada rural que se dedica a la recogida de los restos vegetales que se depositan junto a los contenedores situados en caminos del término municipal. El borrador inicial apunta a que el actual problema de las podas incontroladas se corregiría con el nuevo dispositivo reforzado, pero también por los aumentos de los servicios de repaso y recogida de enseres y por la brigada de limpieza de solares.

Ante los continuos vertidos de residuos en el río Vinalopó, el equipo de gobierno también contempla ya la creación de una brigada de limpieza de este enclave para recoger desperdicios en zonas pisables y ajardinadas de la ladera. La idea es contar con equipos que pongan el foco entre el puente Bimil·lenari y el de Barrachina con la realización de trabajos verticales dos veces al año. En este punto, más allá de los escombros también se generan problemas con toallitas arrastradas en los días de lluvia por la bajada del agua, procedentes también de la depuradora.

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