La desigualdad de género también se puede combatir desde las aulas. Prueba de ello es el trabajo que durante el curso, que ahora llega a su fin, ha desarrollado el alumnado de 14 años de Salesianos Elche, que ha trabajado, junto con el equipo docente, la igualdad de género, y que ha dado como resultado la elaboración de un decálogo de convivencia.

El trabajo se ha llevado a cabo en las horas de tutoría y en cada una de las asignaturas del curso de 3º de la ESO. La conclusión que sacan desde el centro, según indicó la directora pedagógica, María José Davó, «es la satisfacción por haber sido más conscientes sobre el tema de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres», ya que los alumnos han entendido en qué consiste la corresponsabilidad en la vida familiar, y han conocido los avances y retrocesos en los derechos de hombres y mujeres producidos durante las últimas décadas, así como el camino que aún queda por recorrer.

A lo largo del curso el equipo docente ha ido elaborando propuestas didácticas para trabajar la igualdad de género en las aulas, y se han desarrollado asambleas y debates. De esta forma, los jóvenes han debatido sobre cómo se puede conciliar la vida laboral y familiar, y cómo superar desigualdades de género formando a la población joven en valores y en igualdad de oportunidades.

En este sentido, explicó María José Davó, «las dinámicas situacionales les han servido para distinguir que muchas veces las diferencias entre hombres y mujeres son una cuestión meramente cultural y no biológica, y que en casa las tareas domésticas y de cuidado deben repartirse de forma equitativa».

Los alumnos han extraído conclusiones tras la lectura de cuentos sexistas y coeducativos, y también han visualizado cortometrajes con estereotipos femeninos, y analizado letras de canciones que conocían, pero en las que no habían advertido el contenido de sus letras.

Además, se ha afrontado con una actitud crítica la imagen que de la mujer muestran algunas campañas publicitarias, y ahora saben lo que es el techo de cristal, el impuesto rosa y cómo se puede hablar sin invisibilizar a las mujeres.

Resultado

El fin de todas las acciones que se han llevado a cabo a lo largo del curso ha sido elaborar un decálogo de convivencia, donde se recogen hasta diez puntos necesarios para lograr la igualdad.

Usar, potenciar y favorecer un lenguaje igualitario; seleccionar y consumir libros, películas o música de contenido no sexista; eliminar hábitos y prácticas cuotidianas que subrayan diferencias de sexo; o denunciar cualquier situación de desigualdad son algunas de las cuestiones que se plantean en este decálogo.

El mismo se completa con los objetivos de favorecer la comunicación y el diálogo relacionado con la igualdad de género en el entorno más cercano; resolver conflictos con la cabeza y la razón, y no con la fuerza; elegir con libertad y criterio lo que gusta dejando a un lado los estereotipos; valorar y respetar a todos por igual; y participar y colaborar con cualquier iniciativa educativa, social y cultural que fomente la educación en igualdad.