Nuevo paso de PLD Space en su carrera espacial. La empresa ilicitana ha alcanzado un acuerdo de entendimiento con la firma alemana Telespazio VEGA para el lanzamiento al espacio de cargas de pago a bordo de su cohete suborbital, bautizado como Arion 1. Entre otros propósitos, con este acuerdo se busca fomentar la alta frecuencia de lanzamientos, la flexibilidad en el servicio y el bajo coste. Ambas compañías pretenden ser pioneras en proveer el primer servicio privado de lanzamientos suborbitales a partir del próximo año, con un vuelo inicial de demostración que está previsto que se realice a finales de 2019.

«Históricamente, el acceso a vuelos suborbitales que ofrezcan condiciones de microgravedad para la experimentación científica y validación tecnológica ha sido, en el continente europeo, algo muy limitado, costoso y altamente burocrático», aseguran desde PLD Space. «Hoy en día se puede conseguir mediante programas institucionales que conllevan largos tiempos de ejecución, así como un número muy limitado de lanzamientos al año, normalmente entre una y dos oportunidades de vuelo», añaden desde la firma radicada en Elche Parque Empresarial.

PLD Space y su nuevo socio germano buscan la fórmula para cambiar el acceso en Europa a los vuelos suborbitales, lo que conseguiría grandes beneficios en sectores como el científico y el comercial, permitiendo, del mismo modo, la estimulación del I+D+i europeo. «Este acuerdo comercial con Telespazio VEGA es un hito sin precedentes en el sector suborbital en Europa y un paso adelante para proporcionar acceso al espacio de manera privada. Estamos muy orgullosos de poder contar con una compañía así por su reputación en el sector y su experiencia», subraya el CEO de PLD Space, Raúl Torres.

Fundada en 2011, la empresa ilicitana está desarrollando el cohete suborbital Arion 1 para proveer a diferentes empresas de acceso científico y comercial al espacio suborbital desde Europa. El objetivo es llevar cargas de pago de hasta 100 kilogramos más allá de la frontera del espacio y exponerlas a condiciones de microgravedad para, posteriormente, ser retornadas a tierra. La firma cuenta con el soporte de la Comisión Europea, materializado en 2 millones de euros.