Uno de los problemas más frecuentes es la vegetación que dueños de fincas por las que pasan las acequias dejan crecer, y que impide a los regantes acceder, en ocasiones, a los partidores. También se da un caso en el Camp d'Elx (imagen de la derecha) en el que un particular se ha apropiado de la caseta del partidor de agua, tapiando la puerta que da al camino.