El Juzgado de Instrucción número de 2 de Elche ha ultimado las diligencias de investigación de una red que se dedicaba a simular accidentes de tráfico para estafar a las compañías aseguradoras con las indemnizaciones que cobraban en concepto de daños materiales y personales. El caso lo destapó hace algunos meses la Unidad de Atestados de la Policía Local de Elche, que, tras realizar un exhaustivo seguimiento de los infractores, puso el caso en conocimiento de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, para que realizara las diligencias judiciales pertinentes.

Las sospechas en la Unidad de Atestados de la Policía Local comenzaron cuando, al cruzar los datos de los accidentes para elaborar las estadísticas y registrar los puntos negros, se dieron cuenta de que existían varios partes en lugares poco concurridos, donde a priori deberían darse casos muy aislados y no de forma reiterada. Así, vieron como se trataba de zonas muy aisladas, donde nunca había testigos del accidente, y, en algunos casos, se repetían las personas afectadas por estos supuestos siniestros.

Las investigaciones se desarrollaron durante cerca de año y medio, tiempo en el que los agentes dejaron operar a la trama con normalidad, para recabar más datos que les permitieran probar estas estafas, al tiempo que se investigaban todos los partes que fueran sospechosos de fraude. Así, tomándoles declaración, se pudo comprobar que se trataba de relatos incoherentes, pues no cuadraban las versiones, o había datos inventados. A modo de ejemplo, cuando los agentes les preguntaban dónde iban sentados, llegaron a coincidir varios ocupantes del coche en la misma plaza, lo que destapó que, en ocasiones, ni tan siquiera habían estado en el lugar del presunto accidente.

Otro de los factores que les hicieron sospechar que se trataba de una estafa era la cantidad de coches de desguace que aparecían implicados, o el hecho de que los golpes siempre fueran los mismos o muy parecidos.

De esta forma, desde la Unidad de Atestados se dio aviso a las compañías aseguradoras para que ralentizaran las indemnizaciones y no se consumaran estos fraudes, durante el tiempo que duraba la investigación. Con todos los datos recabados, se remitió la información a la UDEF, para que concluyeran la investigación de la ha sido llamada Operación Cruce. Y es que la mayoría de estos accidentes eran en cruces de caminos o similares, y, de hecho, el modus operandi era prácticamente el mismo siempre.

La UDEF detuvo a una docena de personas de las cerca del centenar que participaron en todos estos fraudes. Ahora, una vez concluida la fase de instrucción, el caso se ha remitido a la Fiscalía para que redacte su escrito de acusación, si considera que, como creen los investigadores, hubo estafa a través de un grupo criminal.