Nunca es agradable hablar de la muerte, como tampoco, llegado el momento, encarar de frente y de golpe todos los trámites relacionados con el sepelio en unos momentos tan difíciles. El enterramiento o la incineración suele ser la disyuntiva más frecuente llegados a este punto, pero lo que muchos ignoran es que, en el primer caso, es posible «alquilar» un nicho en lugar de obtener una concesión a perpetuidad, una opción que, entre otras cuestiones, resulta bastante más económica.

En Elche, por ejemplo, existe esta opción desde hace bastante tiempo. En concreto, aquellos familiares interesados pueden solicitar al Ayuntamiento una concesión de un nicho por espacio de cinco años. Casi seis veces más barato puede suponer esta opción frente al tradicional nicho a 75 años vista.

El edil de Cementerios, Héctor Díez, señala que alquilar este tipo de tumbas suele costar unos 250 euros durante todo el lustro, 280 en el caso de que sea doble.

«Tiene su sentido en cuanto a que con la crisis económica las familias han tenido menos disponibilidad de recursos», explica el concejal.

Por un lado, hay familias que se inclinan por esta posibilidad temporal para, por ejemplo, durante esos años, tratar de ahorrar con el fin de hacerse con un nicho en las condiciones habituales.

Pero, por otro, también hay casos en los que en una misma sepultura se pueden enterrar los restos de varios familiares. Lo que ocurre es que no se puede introducir en la misma unidad funeraria a otro familiar hasta que no transcurra un periodo de cinco años. Es aquí, por tanto, donde el alquiler por un lustro vuelve a ser una solución intermedia mientras transcurre ese tiempo, en lugar de adquirir un segundo sepulcro, lo que supone un importante desembolso económico.

No en vano, los precios por una sepultura, tanto en el Cementerio Nuevo como en el Viejo, oscilan entre los 181,90 euros (en cuarta altura o superiores) y los 1.440,27 euros en un segundo piso, es decir, accesible y sin necesidad de recurrir a escaleras para colocar las flores y asear la lápida. Si la petición es de disponer de un nicho doble para 75 años (en el Cementerio Viejo se continúa con el régimen de 99 años ampliables por 15 más), esta cantidad se dispara hasta los casi 3.000 euros.

El Ayuntamiento, en cualquier caso, se reserva el derecho de suspender temporalmente este tipo de concesión de «derechos funerarios temporales» cuando haya escasez de nichos. Y, de igual modo, también se abre la puerta a que estas sepulturas de alquiler se prorroguen por otro periodo igual de cinco años, aunque está prohibida una posterior renovación de ese alquiler.

Asimismo, cuando los concesionarios decidan el traslado de los restos óseos, con lo cual el nicho queda vacío, su autorización por parte del Ayuntamiento queda condicionada a la renuncia del mismo por el tiempo que reste.

La sociedad en general tiene claro, en cualquier caso, que los servicios funerarios implican una serie de importantes gastos, por lo que muchos apuestan por contratar un seguro de decesos. Por contra, el Ayuntamiento no cobra ningún servicio en dos casos: a la hora de enterrar a personas pobres de solemnidad y a personas procedentes de la beneficencia.

Sea como sea, como se ha apuntado, la posibilidad de arrendar un nicho es una alternativa que es bastante desconocida todavía. En este sentido, según informan desde el Ayuntamiento de Elche, el pasado año apenas se alquilaron 20 nichos entre los dos cementerios, mientras que en lo transcurrido durante el actual 2018 tan solo se han cursado tres solicitudes en este sentido sumando ambos camposantos de la ciudad.