Poco a poco se va estrechando el cerco alrededor del presunto parricida de Elche. La Policía Nacional busca desde la madrugada del pasado 30 de mayo a un hombre de 39 años, de nacionalidad venezolana, hijo de la mujer de 69 años encontrada muerta en su casa, enrollada en una manta,en la calle Capitán Alfonso Vives, y con claros signos de violencia. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Elche ya tiene varias pistas.

Por el momento, está prácticamente descartado que el acusado haya podido salir del país, debido a que, por su condición de drogodependiente, carece de recursos económicos. Por tanto, la búsqueda del hombre se centra ahora en las provincias limítrofes, aunque no se descarta al cien por cien que pueda estar en otros puntos de la geografía española.

Su localización mantiene en jaque a los agentes, ya que, en casos de esta gravedad, no suele demorarse tanto la búsqueda. Al parecer, el detenido se encuentra bien escondido, lo que da que pensar a los investigadores, según fuentes cercanas al caso, que podría haber emprendido la huida mucho antes de que la hija de la fallecida encontrara el cuerpo, enrollado en una manta, bajo la cama del dormitorio de la víctima. De hecho, la hija puso una denuncia ante la Policía Nacional al no dar con el paradero de su madre, al hacer tiempo que no sabía nada de la mujer.

En un primer momento, se focalizó la búsqueda entre Elche y Alicante, la ruta habitual del sospechoso para la adquisición de estupefacientes. Rápidamente se extendió su búsqueda por otras zonas cercanas, incluso por todo el país, en estaciones de tren, autobuses y aeropuertos, para evitar una huida. Precisamente esa condición de drogodependiente hace pensar que puede esconderse no muy lejos de la ciudad, y las labores de búsqueda se están intensificando, pues cada día que pasa juega en contra de los agentes.

La causa, que ha asumido el Juzgado de Instrucción número 3 de Elche, permanece bajo secreto de sumario, y probablemente no se levantará hasta que sea detenido el principal y único sospecho hasta el momento. La distribución de la fotografía se ha realizado entre todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, con el fin de lograr capturarlo lo antes posible. Así, cualquier persona que haya visto al sospechoso o pueda aportar una pista de su paradero puede hacerlo a través del teléfono de Emergencias. La causa del asesinato aún es una incógnita, aunque una de las hipótesis que se baraja es que madre e hijo discutieran por temas relacionados con los estupefacientes. Solo la detención y testimonio del sospechoso podrá arrojar luz sobre el asesinato, el segundo parricidio en dos años, tras el del Paseo de Germanías en 2016.