Vuelve la época fuerte de mosquitos. Estamos a finales de primavera, las temperaturas han aumentado y, durante mayo y lo que llevamos de junio, ha llovido de una manera que se ha propiciado que algunos espacios permanezcan anegados durante algunas jornadas. Dicho de otro modo: nos encontramos ante la combinación perfecta para que los mosquitos vuelvan a hacer de las suyas en Elche y provincia.

Frente a ello, la compañía de tratamientos que tiene contratada el Ayuntamiento ilicitano, independientemente de que viene actuando todo el año, es ahora cuando trata zonas que hasta este momento no venían dando casi problemas.

En concreto, está poniendo especial atención en espacios habitualmente secos pero que, con las precipitaciones de los últimos días, se han convertido en zonas de encharcamiento que se mantienen así durante varios días, lo que se convierte en un caldo de cultivo perfecto.

«Estamos muy pendientes de la climatología, porque ahora es cuando se acorta el ciclo larvario de los mosquitos», advierten desde la contrata municipal.

La actuación se extiende a la ciudad y a prácticamente todas las pedanías rurales. Apenas dos o tres se salvarán estos días de los tratamientos de control.

En El Altet, por ejemplo, desde hace pocas semanas, han vuelto a notar que hay más mosquitos de lo habitual, tanto en el casco urbano como en las casas de campo diseminadas.

Picaduras

En la ciudad, los picotazos por la noche empiezan también a notarse, según afirman algunos vecinos de la zona nueva de Altabix, pero también trabajadores del Hospital General de Elche, un complejo que también cuenta con su propia contrata de tratamiento de plagas. Es más, el propio concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, señala que incluso algunos centros educativos optan en algunos casos por contratar este tipo de servicios.

Y es que la ciudad también es punto de atención prioritaria. La compañía de tratamiento de plagas actúa en los imbornales del casco urbano y en puntos donde hay una considerable densidad humana viviendo junto a zonas con mucha vegetación abandonada.

Nivel bajo

Pero que nadie se lleve a engaños: es imposible eliminar al cien por cien los mosquitos. Pero ni aquí ni en cualquier sitio. Con los tratamientos los que se consigue es mantener las poblaciones a un nivel bajo, advierten desde la firma encargada de la tarea.

José Agulló, colaborador en Elche de la Agencia Estatal de Meteorología, indica que abril fue algo más cálido de lo habitual y que en mayo la temperatura media ha sido 0,5 grados superior a la media de los últimos 60 años. La tormenta registrada en el primer fin de semana de junio descargó 9 litros en la ciudad y el pasado miércoles otro chaparrón sorprendió a los ilicitanos. Calor y aguas encharcadas, condiciones que obligan a los expertos en tratamientos a dejar de lado hasta cierto punto otras plagas y centrarse en los culícidos.

A lo largo de una campaña anual se diferencian tres fases: preventiva (marzo-mayo), intensiva (junio-noviembre) y residual (diciembre-febrero).

A partir de junio, ha comenzado la fase intensiva, por lo que el tiempo de revisión de los focos se acorta, es decir, se revisan antes ya que el periodo de crecimiento de las larvas de mosquito es más rápido debido a la subida de temperaturas.

A partir de ahora, por tanto, se van a realizar revisiones larvarias prácticamente a diario y se realizarán tratamientos contra ejemplares adultos sobre todo a primera hora de la mañana.

Recomendaciones a seguir

El concejal de Sanidad de Elche ha instado a los vecinos a no relajarse en cuanto a las medidas para evitar la propagación sobre todo del mosquito tigre, contra el que el Ayuntamiento también está actuando con tratamientos larvicidas y colocación de trampas de captura.

Las recomendaciones a la población pasan por evitar recipientes como cubos o bidones con agua estancada para que no se reproduzcan y mantener los niveles de cloro adecuados en estanques, balsas o piscinas durante todo el año para que no críen allí.

También habría que proteger los pozos o aljibes con mallas mosquiteras, cuidar el riego por goteo, que puede dejar pequeños puntos de agua en macetas y platos, y renovar cada 2 o 3 días el agua de los bebederos de tus animales.