Un problema para la salud pública, malos olores, imagen pobre para los turistas? Son muchos los problemas que se derivan de la falta de regeneración de las aguas de los estanques del Parque Infantil de Tráfico. Un paseo por la zona sirve para corroborar que las charcas llevan años sin limpiarse, lo que ha provocado que sus aguas hayan adquirido un color bastante desagradable, que oscila entre los tonos verdosos y marrones, y que bastantes ilicitanos hayan decidido dejar de frecuentar esta zona al aire libre, convertida en un foco de infección para personas y mascotas.

«Muchos amigos y conocidos han cambiado de ruta y ya no pisan los estanques cuando salen con sus perros a pasear», asegura Gabriel Olmos, un joven ilicitano que asegura que lleva años denunciando una situación que genera un importante impacto negativo entre los turistas que descubren una zona que está a escasos metros del Parque Municipal. Olmos no es el único que ha puesto en alerta sobre este problema, ya que desde la protectora de animales Peludines también se han movilizado para que se produzca una mejora.

El deplorable estado que presentan las charcas del Parque Infantil de Tráfico no pasa desapercibido para los ilicitanos, hasta el punto de que muchos han manifestado su malestar por esta situación a través de las redes sociales. «El agua está sucia y huele a cieno», «Qué vergüenza, con lo bonito que era en su día y la dejadez que hay ahora», «Me fui por miedo a que le pasara algo a mi hijo», «Tenemos un foco de infecciones en pleno centro de la ciudad» o «Recuerdo que de pequeña iba a ver los peces y ahora parece tercermundista», son algunos de los comentarios que se pueden leer en los principales foros de internet.

Otros testimonios apuntan a que en estas aguas sin regenerar se acumulan los animales muertos, desde tortugas hasta carpas, a la vez que son un foco de atracción permanente para los mosquitos, algo todavía más preocupante ahora que, conforme empiezan a subir las temperaturas, vuelve su época fuerte. Los malos olores que desprenden las charcas y su peligro para la salud de niños y mascotas han contribuido decisivamente a que la zona sea cada vez menos frecuentada.

«He viajo mucho y en ninguna ciudad del mundo me he encontrado con unos estanques en esta situación en una zona tan céntrica. Estas aguas no las ves ni siquiera en un zoológico y aquí las tenemos al lado de nuestro Parque Municipal», añade Olmos.