Maleza que crece alrededor de todo un parque, basura que se acumula en todo el terreno, restos de palmeras por el suelo que hasta llegan a invadir la calzada o numerosos excrementos de mascotas acumulados durante días. Esta es la imagen que presentan las zonas verdes del núcleo de viviendas ubicado entre el tramo final de la avenida de Alicante, pasada la rotonda de la Ciudad Deportiva y la avenida José Esquitino Sempere, que da acceso al estadio Martínez Valero. Los vecinos reclaman una mayor atención por parte de las autoridades municipales, ya no solo por la acumulación de matorrales y basura en las inmediaciones, sino por la proliferación de maleza, que se agrava en el barranco de San Antón, punto con el que limita este enclave. Todo esto ha originado que se concentren las plagas de mosquitos, con la llegada de la primavera, hasta el punto de que «por las noches se hace insoportable y es imposible abrir las ventanas, te acribillan», señala uno de los vecinos que reside en la calle Celia Lozano, paralela al barranco de San Antón. En este mismo punto, un parque rodea la manzana. Un espacio que debería ser de descanso y recreo para los cientos de vecinos que habitan en esta zona y que «es intransitable. Es imposible dar diez pasos sin pisar un excremento de perro. La basura se esconde entre las malas hierbas que nacen sin que nadie las elimine. Está hecho un asco», concluye otra vecina.

Solares

El mismo estado presentan otros solares cercanos que, si bien están todavía sin construir, «sí se deberían cuidar, porque, al final, las consecuencias las sufrimos todos», añade esta residente. Los vecinos critican que, pese a tratarse de una zona periférica más residencial, se les haya abandonado en cuanto a limpieza y mantenimiento. «Pagamos impuestos como todos, y el IBI, por ser la zona que es, es muy caro y encima recibimos menos», señala otro residente de este entorno.

Mención aparte merece el propio barranco de San Antón. Botellas de plástico, envoltorios, y hasta restos de escombros se acumulan por una zona muy frecuentada por deportistas y senderistas, desluciendo la imagen del enclave. De hecho, los vecinos también piden especial atención en ese punto, para adecentar la zona y no se convierta en «un estercolero», como denuncian. Por todo ello, los residentes exigen más atención con el fin de revitalizar la zona, y también fumigación contra las plagas e inversión en mantenimiento.