Ahora que celebran veinte años, ¿cómo se encuentra el mundo de la comunicación?
Estamos en un momento de recuperación en la confianza del sector después de los baches de la crisis de 2008. A partir de 2010 lo empezamos a sentir a nivel local. Ahora llevamos un par de años en los que se aprecia una recuperación de la demanda de servicios. Estamos ilusionados porque hemos vuelto a nuestra situación originaria.
¿Qué trabajos realizan que fueran impensables en 1998?
El cambio de lo analógico a lo digital ha marcado este tiempo. Nuestras primeras comunicaciones eran con fax. El teléfono fijo era un elemento fundamental y el correo electrónico apenas se conocía. El consumidor demanda comunicación instantánea, ya no se puede trabajar a medio o largo plazo. Esto nos ha obligado a cambiar las herramientas y reflexionar menos. La información corporativa no se puede mimar por la exigencia de rapidez.
¿Cuál ha sido el papel de las redes sociales en todo esto?
Cualquier usuario es una fuente de información con público. Los medios y las agencias garantizamos que hay detrás gente cualificada que discierne qué es importante y jerarquiza los contenidos con rigor ético. Las redes no funcionan así porque el cortar y pegar no beneficia ni al público ni a las empresas. Los impactos de un influencer no son tan importantes como la información que elabora un medio.
¿Cómo ha evolucionado Elche en estas dos décadas en cuanto a eventos y congresos?
El auge de la economía entre mediados de los noventa y 2010 fue imparable y posibilitó que surgieran muchos eventos de carácter corporativo. Las empresas y las instituciones invirtieron en festivales como el de cine o el medieval. Con la crisis se produjo una desaparición inmediata y los presupuestos cayeron. La crisis nos ha obligado a todos a ser más ingeniosos y productivos, hemos tenido que optimizar nuestros recursos.
¿Qué tipo de servicios demandan las empresas a Tarsa?
Antes nos pedían que lleváramos la relación con los medios y optimizáramos el marketing. Así fue hasta 2010. Desde entonces, y coincidiendo también con la aparición de las redes sociales, surgieron otros servicios como la gestión de la comunicación en crisis y la reputación. Los clientes quieren en la actualidad recuperar su notoriedad positiva para volver a contar con la confianza de socios, accionistas, acreedores? También hemos notado un incremento importante en la organización de congresos.
Ha citado en varias ocasiones la crisis. ¿Cuánto les afectó?
Nosotros estamos orgullosos de no haber reducido la plantilla. Hemos sufrido tensión financiera e impagos como todo el mundo, y nos abandonaron algunos clientes. Cambiamos el enfoque de nuestro producto y estabilizamos la cartera. Eso nos permitió evitar despidos y en 2015 pudimos aumentar nuestro personal. Tenemos un equipo con mucha experiencia, porque son prácticamente las mismas personas que empezaron hace veinte años.
