Dos negocios asaltados en dos semanas en el centro de Elche. Más concretamente, en el entorno del Mercado Central. En los últimos días, un restaurante y una tienda de moda han denunciado ante la Policía un robo y un intento de atraco, respectivamente, lo que ha desatado la preocupación entre algunos de los locales comerciales del centro.

Sin ir más lejos, esta semana la propietaria de un establecimiento situado junto a la plaza de abastos se ha encontrado con parte de su escaparate perforado. Tras cerrar al mediodía, como de costumbre, y regresar por la tarde, la comerciante se llevó un buen susto. Al parecer, hubo quien golpeó el cristal, con el objetivo de entrar al interior del local de la plaza de las Flores, pero sin tener éxito finalmente, por fortuna.

Sin embargo, la pasada semana, a muy pocos metros, ya se produjo una situación parecida. En un restaurante de la Replaceta de la Fregassa sí que llegaron a entrar, tras cargarse un cristal en plena noche, pero, según apuntaron desde el negocio de restauración, los daños fueron escasos.

No obstante, pese a estos dos casos, desde la Policía Nacional de Elche descartaron un incremento de robos a los comercios de la zona, aunque sí que aseguraron que existe en los últimos meses un dispositivo específico en el enclave para prevenir este tipo de hechos delictivos.

De cualquier manera, comercios de las inmediaciones de la plaza de las Flores han mostrado su temor a que la situación se extienda a otros establecimientos y algunos de ellos han achacado la situación de inseguridad a las vallas del Mercado Central, colocadas con motivo de la tercera fase de excavaciones arqueológicas. Por un lado, hay quienes reclaman que se retire ya el vallado instalado en el perímetro del edificio de abastos y de la calle Ànimes, ya que en esas zonas las catas arqueológicas han finalizado. Y es que, desde algunos negocios, apuntaron sentirse «encajonados» por el cercado que desde el pasado mes de octubre tienen frente a sus establecimientos. Otros reivindican que se coloque una franja transparente para garantizar la visibilidad y evitar que se produzcan más intentos de robos en los comercios.

El rechazo a este chapado no es nuevo. Hace ocho meses, cuando ya se instalaron las vallas para iniciar las catas arqueológicas, comerciantes elevaron sus quejas por la cercanía de las vallas a sus locales y en algunos puntos tuvieron que alejarlas para permitir el paso peatonal. También hubo quejas por la opacidad de la infraestructura y la situación de oscuridad que hay en la zona.

Sin embargo, entonces, el plazo de duración previsto para el desarrollo de las excavaciones arqueológicas en el perímetro del Mercado Central era de tres meses. Ahora, todo está paralizado a falta de investigar todavía un extremo del inmueble. Según apuntaron desde el Ayuntamiento, los retrasos se deben a los errores en la documentación que ha presentado la empresa concesionaria.