En los últimos años, y también durante el mandato del PP, numerosas quejas ciudadanas han trascendido por las discrepancias entre familiares de fallecidos, las compañías de decesos y el Ayuntamiento de Elche. El principal problema era que muchos familiares habían contratado una póliza para tener a su ser querido en una altura accesible, para nada un cuarto o quinto nivel, al que hay que acceder, para cambiar las flores o asear la lápida, mediante una escalera.

Sin embargo, llegado el fatídico momento, algunos ciudadanos mostraban su malestar a las aseguradoras, ya que éstas no podían ofrecerles un nicho a la altura que querían, pese a haber estado pagando muchos años la correspondiente prima. Y no porque no quisieran, sino simplemente porque no había.

El Ayuntamiento carecía, durante determinados momentos, de espacios y, sobre todo, en los pisos más demandados, por lo que al ser solicitados, aunque quisieran todas las partes, no podían dar el servicio específicamente reclamado y abonado. Algunos familiares cuyo ser querido tenía contratada con la aseguradora una tumba de una categoría superior, por lo general de primera o segunda fila, se tenían que conformar con lo que hubiera en cada momento, en algunos casos con el consiguiente reintegro de la diferencia por parte de la compañía de decesos. En otros casos, se ubicada al finado en un nicho provisional hasta su traslado al espacio deseado.

En abril de 2017 el PP denunciaba que faltaban nichos, al tiempo que reconocía que durante su mandato construyeron más de 700, «y aún así no cubrimos las necesidades que tenía Elche», afirmaba entonces la edil popular Manoli Mora.

En marzo de 2013 el Ayuntamiento poco más que reconocía que se había quedado sin espacios en los dos cementerios, por lo que anunciaba que activaba un plan para construir un millar de nuevos nichos.

El concejal de Cementerios, Héctor Díez, destacaba ayer que durante este pasado invierno el Consistorio ha realizado un trabajo intenso para recuperar aproximadamente unos 80 nichos que, por diversas razones, ya no estaban siendo aprovechados o utilizados por sus propietarios o habían renunciado a ellos, lo que ha supuesto un ahorro y un mejor aprovechamiento para dar servicios. El Ayuntamiento tiene previsto seguir ahora en esta línea.

Díez también apuntaba ayer que en el Cementerio Viejo, desde la época de Alejandro Soler, no se construyen nichos, aunque sí que hay enterramientos.

En Elche fallecen cada año aproximadamente 1.400 personas, pero apenas un 30% solicita nichos nuevos.