La Universidad Miguel Hernández (UMH), su Consejo Social y, sobre todo, el propio presidente de esta última entidad, Francisco Borja, llevan prácticamente un año esperando a que el Consell se decida a nombrar al sustituto que asuma las riendas de este órgano de participación social.

El próximo 24 de junio, si la Generalitat no lo evita, Borja cumplirá todo un año en calidad de presidente funciones. Su deseo de abandonar esta responsabilidad y cerrar así definitivamente una etapa de más de 20 años es algo que ya ha expresado a su círculo más cercano de la UMH, entre otros.

El 28 de julio de 2008 Borja asumía la presidencia en funciones de este órgano tras recibir la UMH, en aquel entonces, la comunicación oficial de que la Generalitat había aceptado el deseo de su antecesor, el también industrial ilicitano Emilio Cano, de ser relevado al frente del Consejo Social de la UMH. Este órgano se puso en marcha en 2004 y, anteriormente a esa fecha, en concreto desde que se creó la institución académica en 1996 (el primer curso académico fue 97-98), se había venido denominando Consejo Económico y Social.

Emilio Cano también permaneció once años y cuatro meses al frente de este mismo órgano. En concreto, en mayo de 2007 solicitaba al Consell que tuviera en consideración su petición de ser sustituido, en vista sobre todo de que en enero de 2008 expiraba su mandato natural. La aceptación del Consell llegaba, no obstante, con un retraso de casi siete meses. Borja pasaba así de vicepresidente a presidente del Consejo Social.

Aún así, el nombramiento de Borja no se hacía oficial hasta que el 23 de marzo de 2009 fue publicado en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana, algo que volvía a ocurrir cuatro años después en el DOGV del 24 de junio de 2013 cuando fue renovado.

Limitación

No obstante, la Ley de Consejos Sociales de las Universidades Públicas Valencianas impide repetir más de dos mandatos. Se da la circunstancia de que los presidentes del resto de universidades públicas valencianas todavía pueden renovar por un mandato más, algo que es inviable en el caso de la Universidad de Elche.

No es que exista malestar, aseguran desde el seno de la UMH, sino más bien una sensación de que en València, pese a advertirse desde Elche en varias ocasiones de que esta situación de provisionalidad dura ya mucho, siguen sin contemplan la cuestión como algo que urja.

El sustituto de Borja debe ser nombrado por el presidente de la Generalitat a propuesta del conseller de Educación.

Podría parecer que la situación de bloqueo que se da a la hora de nombrar nuevos patronos en el Misteri, donde Compromís y PSOE tienen atascado a su vez el asunto desde hace meses, también parece estar repitiéndose aquí. Es más, incluso podría estar relacionado, ya que uno de los nombres que se dan en las quinielas para presidir el Misteri es precisamente el de propio Francisco Borja.

Vencen los nombramientos

Otras fuentes apuntan, en cambio, a que el Consell está esperando a que se cumplan en este mes de junio los nombramientos de numerosos vocales de los distintos consejos sociales de las universidades públicas para, casi de una tacada, poner al día la lista de integrantes de estos órganos.

La situación en el Consejo Social se ha vuelto tan atípica, de tanta interinidad, que hasta el secretario, Lázaro Marín, ha decidido dimitir recientemente, tal y como recogía hace escasas fechas el DOGV, todo ello con la aceptación y la comprensión de los dirigentes de la UMH.

El secretario del Consejo Social, es nombrado por el conseller de Educación a propuesta del presidente del Consejo.

Actualmente es vicepresidente del Consejo Social de la UMH Francisco Soler Obrero, designado como tal por el propio Borja en mayo de 2010 en sustitución del fallecido Juan Francisco Cerdán Martínez. Este también reputado empresario entró en este órgano en calidad de vocal y en representación de los intereses sociales, una vocalía designada en este caso por la Conselleria de Educación.

El Consejo Social es el órgano colegiado de participación de la sociedad en la Universidad, «cuyo fin es conseguir la mayor calidad de sus enseñanzas, potenciar su capacidad investigadora e impulsar el progreso social, económico y cultural de la sociedad en la que se inserta».