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«No se puede alcanzar un pacto del agua si está la política de por medio»

La sede en Elche de la Fundación CAM acoge el martes la jornada «Perspectivas para el agua en situaciones de sequía» moderada por su presidente, Carlos Pérez Pomares, y Manuel Rubio Visiers

Manuel Rubio Visiers, durante la tarde de ayer en la fuente de la Glorieta de Elche.

La jornada que modera el martes trata sobre las perspectivas para el agua en situaciones de sequía. ¿Hasta qué punto es preocupante la sequía?

Llevo más de 25 años en este sector y puedo decir que es un tema periódico. Lo innegable es que hay un cambio climático importante. Eso debe verse a lo largo de miles de años y no podemos hablar de que sea una cuestión crucial. Los ciclos hidrológicos de diez años sólo nos ofrecen una tendencia. Sí podemos decir que vivimos en una época extremista. Este año estamos viendo la primavera más húmeda de la última década.

¿Cuáles son los problemas del sector de las desaladoras?

En España se han puesto en marcha tres programas (Baleares, Canarias y la costa peninsular) que están muy bien detallados. Los medios crecen en los periodos de sequía y en España hemos desarrollado recursos no convencionales. Soy aséptico y técnico e intento evitar los colores políticos, porque ha sido un tema manejado de mala manera por todo el mundo y en el que no ha habido valor para establecer un sistema de regulación que facilite un reparto homogéneo para todo el país.

¿Existe una conciencia social para lograr este propósito?

No, no la hay. Se puede hacer una comparación con el sector de la energía, en el que se ha separado la producción, el transporte y la comercialización. La desalación no puede sobrevivir a base de desalaciones. Las corrientes políticas han introducido grandes mentiras porque no se ha actuado con valentía.

¿Cuál es su visión sobre la gestión que se hace del agua en la provincia de Alicante?

La gestión del agua para la población está muy bien resuelta con las empresas mixtas, privadas y subvenciones. Se opera técnicamente bien y el agua llega con calidad óptima. La gestión hídrica es más difícil en una cuenca con pocas precipitaciones. Los regantes forman parte de un negocio que se tiene que analizar en sí mismo. Ahí ha habido de todo. La agricultura de esta zona es de calidad y ese producto se tiene que conseguir pagando la tecnología. Falta una gestión global de todos los recursos para alcanzar un precio que sea homogéneo.

¿Cómo ha vivido toda la polémica sobre el Tajo-Segura

Es un proyecto muy importante porque ha dotado a una zona que no lo estaba y ha permitido generar una economía muy potente. Lo medioambiental tiene que ser compatible con las posibilidades tecnológicas y generar beneficio para la sociedad. Tuvo un impacto importante de explotación, pero se mitigó gracias a todo lo positivo que ha aportado. Se ha conseguido pasar agua de una cuenca con excedente para que otra zona del país genere riqueza.

¿El Ebro llegará algún día a ser la solución definitiva ?

En el Ebro hemos vuelto a ver que sobra agua. Todo se ha llevado al extremo. Mantener el equilibrio del delta es fundamental para la agricultura de la zona. También hay que ver cuánto se le debe dar al Levante. El modelo de trasvase que llega hasta Almería no es equilibrado. Lo mejor es quedarse en València y las desaladoras, que estén más al sur. Las desaladoras de Sagunto, Castellón y del norte de Alicante no tienen mucho sentido. El problema es llevar a la política una cuestión de supervivencia humana, como es la del agua.

¿Cree que en España se podrá llegar a alcanzar un pacto real sobre el agua?

Cada día soy más escéptico. No nos hace falta un plato de lentejas para traicionar al de al lado, nos sobra con un trozo de pan. Ortega y Gasset ya hablaba de una evolución de la humanidad insoportable. En el mundo del riego hay buena voluntad, los ministerios intentan mantener el equilibrio y las empresas se han volcado. El esfuerzo existe pero soy escéptico, no veo que se alcance un pacto estando la política de por medio.

En el futuro, ¿cuáles serán las preocupaciones en España?

La Unión Europea pide tres objetivos: cuidar la calidad del agua, evitar el gasto excesivo y obtener dotaciones. Se trabaja bien, se cuida el medio ambiente y se depura correctamente. Producimos un agua por métodos no convencionales que produce lluvia artificial. El futuro creo que pasa por la reutilización y la potenciación de la búsqueda de los microcontaminantes emergentes, que llegan desde las farmacéuticas y las químicas.

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