n Sorpresa, indignación y conmoción. Así recibieron ayer la noticia los vecinos del inmueble tras enterarse del homicidio de la mujer de 69 años que fue encontrada muerta, bajo la cama, en su casa en Elche. Ni por un instante pensaron que su hijo, el principal sospechoso en este momento, estuviera detrás del homicidio. Todo y pese a que los residentes del inmueble donde ocurrieron los hechos, la primera planta del número 29 de la calle Capitán Alfonso Vives, señalaron que hace dos meses la Policía ya fue puerta por puerta preguntando por el hombre, de 39 años, con una foto suya. Querían saber si había sido visto en la zona, aunque nadie sabía muy bien por qué. Lo cierto es que, pese a que los vecinos señalaron que el joven no vivía habitualmente con la víctima y su hija, en los últimos días se le había visto alguna que otra vez.

La Policía Nacional interrogó a los residentes del inmueble, en busca de alguna pista que arrojara luz al caso, o que pudiera explicar qué sucedió en el interior de la vivienda antes de que la mujer fuera asesinada.

La sorpresa y la incredulidad era patente, ya que «es el tipo de cosas que siempre ves en televisión, pero nunca piensas que puedan pasar en tu edificio», señaló ayer un joven que habita en el inmueble donde ocurrieron los hechos. La noticia corrió como la pólvora por el barrio, donde no se hablaba de otra cosa. La poca información de la que se dispone hasta el momento contrastó con la curiosidad de los vecinos. «Queremos saber qué ha pasado, porque no nos entra en la cabeza que un hijo pueda hacer algo así a una madre, esté en las condiciones en las que esté o pase lo que tenga que pasar», señaló ayer una mujer. También hubo quien se solidarizó con la familia, que acudió ayer al mediodía al inmueble acompañada por la Policía Nacional. «Una no se puede ni imaginar lo que tienen que estar pasando», dijo una vecina.