La búsqueda del único sospechoso de acabar con la vida de una mujer de 69 años, cuyo cadáver fue encontrado la noche del miércoles bajo una cama de su domicilio, mantiene en jaque a la Policía Nacional. Los agentes tratan de localizar desde el primer momento al hijo de la fallecida. El hombre, de 39 años, tiene problemas relacionados con el consumo de drogas, según trasladó su propia hermana, que convivía con la fallecida. La distribución de la fotografía del sospechoso entre las patrullas de la Policía Nacional y también de la Local, que fue la primera en acudir al domicilio cuando la hija encontró el cuerpo, se produjo de forma rápida esa misma noche, con el objetivo de dar con él entre Elche y Alicante, su ruta habitual para la compra y consumo de drogas.

En su círculo más cercano se centra ahora la búsqueda. Los agentes desconocen su paradero, y piensan que puede estar en cualquier punto del país, pero son conscientes de que su entorno puede dar alguna pista. Así, mientras la distribución de la fotografía del sospechoso se extiende entre los diferentes grupos de seguridad, se trata de obtener una pista.

Por su parte, la Policía Científica continúa examinando las numerosas pruebas encontradas en el domicilio. El cuerpo fue localizado bajo la cama, enrollado en una manta, por lo que el supuesto autor habría tenido la sangre fría de, tras matarla, tratar de esconder el cuerpo sin vida de su madre.

El hecho de que esté perfectamente identificado y se haya expandido su fotografía por todo el territorio nacional hace que pueda ser cuestión de horas la detención del hombre, que tendrá que dar su versión de los hechos a los agentes. Por ahora, la principal hipótesis es que madre e hijo discutiera, por el problema relacionado con la drogadicción o porque le pidiera dinero para estupefacientes, si bien no se descartan otras líneas de investigación. Dar con el sospechoso es, ahora, la prioridad de los agentes.