Esta semana finaliza la plantación del melón de Carrizales, y los agricultores siguen temiendo que las plagas de conejos acaben con una parte importante de las cosechas. Por este motivo, los agricultores del proyecto agroecológico van a poner a prueba un nuevo repelente de conejos, totalmente natural, que sirva de apoyo a las medidas que se venían tomando durante las últimas temporadas.

Uno de los productores del parque agrario de Carrizales, Juan Miguel Montaner, explica que, además de colocar una malla, como se ha hecho otros años, se van a probar unas plantas naturales como repelente. Se trata de unas hierbas amargas, con las que se pretende ahuyentar a los conejos que devoran una parte importante de las plantaciones.

Desde el colectivo agrario destacaron que los conejos pueden acabar con el 20% de las plantas que se cultivan en el campo cada día, y, para evitarlo, se va a poner a prueba un nuevo método, que son plantas con un sabor más amargo para evitar que los conejos lleguen a los melones. El resultado se verá más adelante.

Todo esto para una campaña en la que los productores se han agrupado para plantar en los mismos terrenos, con el fin de optimizar los recursos hídricos y poder alcanzar una producción de 400.000 kilos, que se distribuirá por los mercados tradicionales, es decir, la provincia y los alrededores. «La situación actual nos ha impedido pensar en crecer», apuntaron en Carrizales.

Dada la escasez de recursos hídricos con los que se contaba al inicio de la plantación, en el mes de marzo, los agricultores han empezado a hacer uso de una pequeña concesión de agua del Segura de Riegos de Levante, que obtienen por el canal que pasa por el parque agrario.

Además, se ha adoptado el sistema de riego de goteo, para tratar de optimizar más aún el uso del agua, para unos cultivos que tradicionalmente han reutilizado los recursos que ya habían regado varias veces otros campos a través de los sistemas de azarbes.

Las últimas plantaciones del melón agroecológico contaron ayer con la visita del concejal de Agricultura, Antonio García, y del presidente de la junta rectora de El Hondo, Vicent Sansano. El edil destacó que «la apuesta por el melón de Carrizales es uno de los proyectos más importantes del Camp d'Elx, ya que pone en valor un territorio y una forma de trabajar el cultivo totalmente sostenible».

Por su parte, Vicent Sansano destacó que el proyecto de Carrizales cuenta, gracias a su cercanía a El Hondo, con el sello de calidad Red Natura 2000, que supone un valor añadido a su imagen por tratarse de un cultivo sostenible.

La cosecha empezará a recogerse entre finales de junio y principio de julio, y se extenderá, de forma programada, durante toda la temporada de verano.