La Fundación 26 de Diciembre nació en Madrid para dar visibilidad a las personas mayores LGTBI, y este mes, con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, se ha hecho ver en la provincia, a través de su psicólogo Juanjo Argüelles, en una jornada que organizó el IES Victoria Kent de Elche.
P ¿Qué trabajo llevan a cabo en la Fundación 26 de Diciembre?
R Nuestro principal objetivo es visibilizar al mayor LGTBI que existe y tiene unas necesidades. Sólo en Madrid puede haber entre 70.000 y 80.000 personas mayores LGTBI, que arrastran, en muchos casos, las consecuencias de la historia de nuestro país. Estos mayores sufrieron persecución, discriminación, cárcel, vejaciones y, en muchos casos, son fruto de esa historia. Nosotros queremos visibilizarlos y dignificarlos.
P ¿Cómo es el día a día de las personas mayores LGTBI?
R Hay distintas realidades, pero muchos de ellos tienen que tomar la decisión de volver al armario. Cuando se necesita acudir a un centro de día o a una residencia, temen volver a ser discriminados o marginados.
P ¿Saltan a la luz muchos casos de este tipo?
R Hace unas semanas, a través el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, nos llegó la información de que una persona de 85 años había sido expulsada de una residencia de ancianos porque era varón, gay y con VIH. Y, atendiendo a esta situación, hay muchas personas que tienen que regresar al armario, porque no pueden ejercer el derecho que tienen a desarrollar su afectividad o sexualidad. Es un paso atrás, tenemos que tener en cuenta que si hoy estamos donde estamos es gracias a la lucha de estas personas. Personas que hoy en día tienen sesenta o setenta años. Hoy en día es mucho más fácil salir a la calle, con nuestros derechos, y manifestarse, pero en su época era mucho más difícil.
P ¿A qué otras situaciones se enfrentan en la actualidad?
R Otro de los problemas a los que se enfrentan estas personas es a la soledad. Muchos de nuestros mayores han sido expulsados de sus propias familias. Cuando se llega a esta situación, estas personas se encuentran en un estado de soledad.
P ¿Los servicios públicos detectan este problema?
R No. Los servicios públicos no detectan estos problemas, porque son personas que no acuden a pedir ayuda por el miedo que les genera tener que volver a enfrentarse a una sociedad de la que han sido víctimas.
P ¿Esta situación da pie a problemas de salud?
R Así es. Se trata de situaciones que dan pie a trastornos mentales. Arrastran mayores niveles de depresión por todos los avatares a los que se han tenido que enfrentar a lo largo de su vida. Son, principalmente, problemas de homofobia interiorizada. Rechazos a su orientación, que les lleva a tener durante toda su vida problemas depresivos, ansiedad y dependencia. En definitiva, toda una serie de problemas emocionales y afectivos. Pero si tuviésemos que definir un factor común, que afecta a todos, son los problemas emocionales, que son una asignatura pendiente, y los heterosexuales no los sufren.
P Hablaba antes de un caso de discriminación por tener VIH, pese al control que hoy en día existe sobre esta enfermedad.
R Se ven desamparados desde un punto de vista social y psicológico, y desde un punto de vista, a veces, médico, porque han sobrevivido al problema del VIH, aunque lo tienen y se les estigmatiza más, y, por eso, temen ser rechazados en residencias de mayores o centros de día.
P ¿Son personas con problemas económicos?
R Muchos de ellos han vivido del mundo del espectáculo, porque acudían a él, porque era donde podían verse en un ambiente más permisivo para desarrollar su orientación sexual. Y estas personas, que han trabajado en teatro y variedades, se han encontrado con que los empresarios para los que han trabajado no han cotizado por ellos, por lo que ahora tienen que acceder a pensiones muy bajas. El problema del mayor LGTBI no es un problema, son múltiples problemas.
P ¿Qué ayuda ofrecen desde el colectivo?
R Nuestro objetivo es sensibilizar a la sociedad, y crear una residencia para mayores LGTBI, que vamos a poner en marcha en Madrid. Queremos, tras haber recibido un edificio de la Comunidad de Madrid, contar con la primera residencia destinada a mayores LGTBI.
P ¿Crear este tipo de residencia puede ser cómo crear un gueto?
R No es así, para nada. Por gueto se entiende un lugar donde te meten, y a una residencia una persona entra por elección. Se trata de ofrecer un servicio que ellos necesitan, un lugar donde estas personas puedan estar seguras, y sentir que pueden desarrollar su sexualidad y afectividad. Elegir dónde querer estar es un derecho.
P ¿Quiénes tienen más dificultades, los hombres o las mujeres?
R La mujer se enfrenta a un doble discriminación. Por ser mujer y por ser lesbiana. Pese a que este año hemos vivimos situaciones históricas durante la manifestación del 8 de marzo, vemos que no acuden, no son tan visibles como los gays. Nosotros nos dirigimos a todos, y somos un colectivo muy diverso. Las lesbianas hoy en día no son visibles.
