? La picadura de la carabela portuguesa provoca una lesión urticarizante que puede percibirse como un latigazo o descarga que desprende toxinas neurotóxicas, un veneno muy doloroso. Por tanto, el jefe de servicio de Urgencias del Hospital del Vinalopó, Blas Giménez, señala que lo primero que se debe hacer es lavar la zona afectada con agua. Después, se deben retirar los tentáculos, pero nunca directamente con la mano, sino con guantes o con una tarjeta de crédito, que todos solemos tener más a mano. Además, el doctor recuerda que, en la orilla, las carabelas portuguesas mantienen activo el veneno de sus tentáculos, por lo que no se deben tocar. «En estos casos, lo que debemos hacer es avisar al puesto de socorro o a la Policía Local para que puedan hacer el registro de dónde aparecen». Asimismo, si se observa el menor indicio, hay que alejarse de la zona, y no ir a comprobar si se trata de carabela, ya que sus tentáculos, de hasta 30 metros, pueden alcanzar a bañistas.