Los accidentes de tráfico que se acumulan en un cruce conflictivo han vuelto a inquietar a los conductores y vecinos de la partida de Alzabares Alto. Pese a que en la zona ya se reforzaron las señales de seguridad, los vecinos insisten en la necesidad de contar con una rotonda para eliminar la peligrosidad que aún consideran que existe en la intersección. Se trata del Camino Viejo de Santa Pola, entre Vereda de Boluda, el Camí del Corretger y el Camí de les Cases Juntes. Un enclave donde los residentes de esta pedanía ilicitana y de las casas de alrededores aseguran que continúan produciéndose siniestros de tráfico y consideran que, tal y como está ahora mismo planteada la señalización, es insuficiente.

Ante la preocupación latente en este punto, los vecinos han vuelto a dirigirse al Ayuntamiento para presionar de nuevo para lograr una glorieta y tratar de acabar con el exceso de velocidad de una vez por todas y las colisiones que se producen entre vehículos e incluso entre muros de las fincas próximas. Aseguran que han realizado en varias ocasiones esta reivindicación, pero lamentan no haber tenido respuestas. Desde el equipo de gobierno, el concejal del Tráfico, Héctor Díez, aseguró que llevará el asunto a la mesa de tráfico, donde participan los efectivos de seguridad de la ciudad, para abordar el conflicto y estudiar las medidas más indicadas con el fin de reforzar la señalización a corto plazo. Así se lo ha trasladado ya a una representante de los vecinos de Alzabares Alto. Sin embargo, lo de construir una rotonda, tal y como piden los propietarios de viviendas de esta pedanía ilicitana, no está entre los planes del tripartito por el momento. Y es que, pese a la existencia de un anteproyecto guardado en los cajones del Consistorio ilicitano para levantar una rotonda en este enclave, al parecer redactado ya hace algún tiempo, por ahora el equipo de gobierno no contempla hacer una actuación de ese tipo. Entre otras cosas, por la complejidad de levantar una infraestructura en esa zona, según argumentan desde el Ejecutivo local, que pasaría incluso por expropiar a parcelas cercanas.

No se trata del único cruce que desata las alarmas en Elche. En el casco urbano hay otros tantos. En la zona de Altabix Universidad, está la intersección situada entre José Joaquín Landerer con Josefina Manresa y con Jaime Gómez Orts, donde está previsto actuar este año con semáforos. En la calle Almórida con Hospital también se verá reforzada la seguridad de la misma manera. A estas dos zonas, en las que se tratará de atajar el problema con el tráfico en los próximos meses, con un presupuesto de 100.000 euros, se suman otras cinco en las que ya se ha intervenido.

Se trata de cruces como el de Antonio Brotons Pastor con Pedro Moreno Sastre; el de Victoria Kent y José Javaloyes Orts; el de avenida de Alicante y calle Sabadell; el de avenida de Alicante con Hermanos López Santos y el cruce de la calle Doctor Sapena con Antonio Pascual Quiles. La intervención en todos estos puntos supone un desembolso de 250.000 euros para las arcas municipales.