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La concesionaria quiere acabar en diez meses

Arrancan las obras en la planta de basuras

La reforma de 15 millones de euros consistirá en automatizar los procesos de separación de residuos para aumentar la tasa de reciclaje y para minimizar los malos olores

Las instalaciones donde llegan residuos de una decena de municipios. ANTONIO AMORÓS

Diez meses por delante para automatizar y modernizar la planta de basuras. Las obras en las instalaciones de tratamiento de residuos sólidos de Elche, situada en la sierra de Els Cremats, han arrancado ya con los primeros movimientos de tierra y con la vista puesta en que el próximo año la infraestructura pueda estar acabada. Aunque los trabajos no se verán interrumpidos durante el tiempo que duren las obras, el objetivo de la empresa concesionaria es acortar los plazos de la renovación de la infraestructura. De hecho, según fuentes de la Diputación de Alicante, el tiempo total de ejecución será de diez meses, en lugar de doce, tal y como estaba previsto en el proyecto inicial. Todo ello, salvo que se dé algún imprevisto y, al final, se tengan que alargar los trabajos durante más tiempo. De este modo, la intención es que en marzo de 2019, justo dos meses antes de las elecciones, pueda ser una realidad esa reforma a gran escala, con 15 millones de euros de presupuesto.

La modernización, que acaba de arrancar tras el visto bueno de las localidades que integran el Consorcio, consistirá en automatizar el proceso de selección de residuos, de manera que se incluirán separadores ópticos para ganar una mayor precisión, a la hora de dividir los residuos en los procesos de triaje. De esta manera, los operarios que se ocupan de esta actividad serán distribuidos en otras tareas, ya que no está previsto que se produzcan despidos, tal y ya trasladaron desde el Consorcio al Ayuntamiento ilicitano.

Con todo ello, las mejoras buscarán, principalmente, la optimización de la recuperación de materiales y el envío de un menor número de residuos al vertedero. Asimismo, una de las ventajas, que viene a responder a una demanda histórica de los vecinos, es que se minimizará el impacto de los olores en el entorno, porque toda la gestión de los residuos se realizará en compartimentos estancos, tal y como apuntaron desde la Diputación. Y es que este problema ha sido habitualmente denunciado por los residentes de las viviendas diseminadas por la serranía ilicitana. Vecinos de partidas como Jubalcoy y Saladas, por ejemplo, han criticado en numerosas ocasiones las molestias que genera el hedor, sobre todo en los días de verano o simplemente cuando aumentan las temperaturas.

De hecho, según denunciaron los colectivos vecinales en anteriores ocasiones, ha habido casos en los que se han generado incluso conatos de incendio por la acumulación de residuos y han tenido que intervenir los servicios de emergencias.

Así las cosas, a partir de ahora, la idea es avanzar hacia los criterios sostenibles y adaptar la planta de basuras, que ha superado ya su vida útil, al ser la más antigua de la provincia. De ahí que la macrorreforma tenga como meta adaptar los niveles de recuperación de la basura al Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana, que pide llegar al 9% de recuperación, cuando ahora mismo la tasa es inferior al 3%.

Reivindicaciones

Estos porcentajes han sido especialmente criticados por colectivos de ecologistas como Margalló, que incluso han llegado a dirigir un escrito al Consell, al considerar el reciclaje insuficiente. Asimismo, han reclamado que la reforma tiene que contemplar el tratamiento diferenciado de la fracción orgánica (implementando, entre otras medidas, el quinto contenedor) y establecerse como meta la consecución de los objetivos obligatorios de recuperación de residuos urbanos establecidos recientemente por la Unión Europea.

Al menos, lo del quinto contenedor será una de las obligaciones que deberá atender la contrata de limpieza y de recogida de basura a partir de 2019, tal y como pretende incluir el Ayuntamiento en el pliego de condiciones que está redactando en la actualidad.

También desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d'Elx (ADR) trasladaron al Ayuntamiento en la última mesa municipal de residuos que la tasa de reciclaje de los desechos del 9% se quedará, a juicio del colectivo, corta. En esta línea, y de forma paralela a la preparación del futuro contrato de limpieza, desde ADR también han pedido al Ayuntamiento dar prioridad a la recogida selectiva de residuos orgánicos, la apuesta por el compostaje doméstico y comunitario.

Más gastos

Con el inicio de la remodelación, las localidades que hacen uso de la planta de basuras de Elche ya han dado su visto bueno a empezar a pagar los costes de esa inversión a partir de 2019. Y es que la modernización de la planta de basuras tendrá repercusiones en las arcas municipales. La reforma de las instalaciones supondrá un incremento de alrededor del 50% de los costes que los ayuntamientos asumen por la gestión de cada una de las toneladas de sus residuos, según señalaron a este diario fuentes de la Diputación de Alicante. El desembolso de los 15 millones que tendrá que realizar la Unión Temporal de Empresas (UTE), en el recinto situado en el paraje dels Cremats, en Saladas, tendrá efectos directos en la decena de entidades locales de la provincia que utilizan esta planta. Otra cosa será cómo lo asuman cada uno de los consistorios, si éstos podrán acceder a subvenciones y si esos gastos afectarán a la factura de los contribuyentes. Algo que todavía está por determinar en Elche. Según señalaron desde la Diputación, ahora mismo las instalaciones, que pertenecen al Consorcio para la Gestión de Residuos Urbanos del Baix Vinalopó, son las más baratas de toda la Comunidad Valenciana. Sin embargo, en el momento en el que entren en funcionamiento las nuevas máquinas, los costes ascenderán considerablemente.

La planta de residuos de Elche recibe unas 135.000 toneladas al año, de las que 80.000 corresponden al municipio ilicitano. De ahí que Elche sea la ciudad que más dinero tenga que aportar para financiar la modernización de las instalaciones, ya tiene una representación del 70% en el Consorcio de Gestión de Residuos Sólidos. Una agrupación que también está integrada por la Diputación, Aspe, Algueña, Crevillent, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, Monforte del Cid, Novelda, La Romana y Santa Pola.

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