La Unidad de Atestados de la Policía Local de Elche registró en el último año 2.461 accidentes.accidentes Una cifra que se encuentra al alza en los tres últimos años, creciendo alrededor de un 3% anual. Así, de 2015 a 2017 el número de siniestros ha subido un 8,7%, tras pasar de los 2.264 de 2015 a la cifra actual, de 2.461. Desde la Unidad de Atestados, su oficial, Roberto Santiago, asegura que el aumento del parque móvil y la recuperación económica, por un mayor número de desplazamientos al incrementarse la actividad comercial y los desplazamientos laborales, están detrás de estos datos. En cuanto a siniestralidad, hay una de cal y una de arena. Pese a que el número de accidentes se ha incrementado, las cifras de heridos han descendido en los últimos años, gracias al aumento de la seguridad pasiva en los automóviles y también por la concienciación de los conductores en cuanto a circular con el cinturón y otras medidas para salvaguardar su seguridad. Se trata de una bajada importante, pues en solo tres años las lesiones se han reducido en un 29%. El dato negativo se encuentra en el número de fallecidos, que, pese a que se ha situado en una media de uno o dos al año, el año 2017 fue especialmente fatídico, con tres muertos en las carreteras ilicitanas. En este punto, es necesario recordar que los datos de los que dispone la Unidad de Atestados pertenecen a las vías que son de su competencias, es decir, vías urbanas, y las interurbanas que son de titularidad municipal, como es el caso de la carretera de El Altet.

De los fallecidos, dos fueron motoristas, mientras que el tercero fue un peatón, lo que evidencia las estadísticas generales que apuntan a que estos dos grupos son los más vulnerables en cuanto a accidentes relacionados con la seguridad vial. La labor de la Unidad de Atestados pasa por investigar todos y cada uno de los accidentes, con el fin de determinar las causas, consecuencias y esclarecer las circunstancias del siniestro. Marcas de frenado, derrapes, posición en la que quedaron los coches, desperfectos materiales y un largo etcétera son todos los datos que las unidades recopilan para reconstruir el accidente. Una información que se coteja con aplicaciones informáticas «que solo reproducen aquello que es físicamente posible, por lo que, si hubiese algún valor erróneo, la aplicación no lo cogería». En cuanto a las causas, la mayoría de siniestros se producen por distracciones, y la mayoría de incidentes son alcances y choques laterales. En este sentido, el uso del móvil ha supuesto «una lacra en los últimos años», señala el oficial.

Estas investigaciones, que tienen carácter pericial, son especialmente importantes a la hora de resolver accidentes en los que se ha llevado a cabo una acción delictiva, como puede ser conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. En este sentido, la unidad abrió cerca de 600 casos en lo que se apreció una acción delictiva en cuanto a accidentes de tráfico se refiere.

Otro de los valores importantes de la Unidad, a la hora de registrar estadísticamente los datos, es el análisis exhaustivo que permiten hacer estas series estadísticas y que se utilizan para, por ejemplo, determinar los puntos negros de la ciudad, al concentrarse en un mismo lugar más de tres accidentes al año, cifra que sirve como base para establecer como tal ese punto negro. Y es que, como apunta el oficial, «de nada sirve tener estadísticas si luego no se analizan, se determinan las causas, y se actúa en consecuencia. Los datos han servido, por ejemplo, para ampliar grupos semafóricos, o para sacar a licitación la construcción de una rotonda en el cruce de la entrada al Hospital del Vinalopó. Un punto con una gran concentración de colisiones, debido a la falta de señalización de la zona.