La primavera ha abierto paso a la mejor época para los humedales ilicitanos por los niveles óptimos de agua alcanzados tras las precipitaciones de invierno, unido a la temporada de nidificación. Tanto el Parque Natural de El Hondo como el Clot de Galvany albergan un momento clave para la eclosión de la fauna y la flora debido a la llegada del calor y a las buenas reservas hídricas, que comenzarán a caer de aquí al verano, por el descenso de las precipitaciones y los mayores índices de evaporización. De ahí que desde ambos parajes tengan la vista puesta en el cielo por el temor a la sequía y coinciden en que se trata la mejor época del año para recibir visitas.

En El Hondo, el agua de la escorrentía superficial y subterránea, la procedente del río Segura, que llega a través de los bombeos de Riegos de Levante y el agua de manantial, procedente de San Isidro, a través de los canales de la Comunidad de Regantes de San Felipe Neri, han nutrido los embalses hasta alcanzar prácticamente los mejores niveles del año. A este impulso se suma la permanencia todavía de aves invernantes, junto a la llegada de las migratorias.

Y es que una de las peculiaridades que tiene El Hondo es que es el único lugar de Europa, según el presidente de la junta rectora del parque, Vicent Sansano, donde coinciden en un mismo momento especies en peligro de extinción y en estado crítico como la cerceta pardilla, la focha moruna, la malvasía y el porrón pardo. No en vano, en el lugar hay hasta 200 especies diferentes de aves.

Algo similar ocurre ahora en el Clot de Galvany, donde las lluvias del mes de marzo, más la suma de caudal aportado por las aguas regeneradas procedente de la depuradora de Arenales, ha favorecido que las charcas de anátidas y limícolas tengan un nivel alto. La charca central y la charca norte mantienen el nivel en alto-medio mientras que la charca sur se mantiene en nivel medio. Todo ello, unido a la llegada de la primavera, y con la primera «cita prenupcial» de morito común y que vuelve a detectarse la garza real en el paraje. Aumentan también ligeramente la cifra de ánade azulón, zampullín cuellinegro y gallineta, entre una infinidad de especies. Finalmente, se mantienen buenos números de malvasía, cuchara, porrón europeo, zampullín común, aunque se ha comenzado a reducir la presencia de aves invernantes como el ánade rabudo, friso, y silbón europeo, por la entrada del calor de hace unas semanas.