Unas quemaduras de tercer grado que han necesitado una intervención quirúrgica para realizarle injertos de piel. Estas son las consecuencia que sufrió una mujer en el Hospital General de Elche, donde ingresó el pasado 20 de febrero para dar a luz. Según la queja presentada ante el Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP), al aplicarle la epidural, se derramó en su cama el líquido desinfectante utilizado para esterilizar la zona. Una sustancia abrasiva que, al quedar impregnada en la compresa de la cama, fue haciéndole una herida que fue a más con el paso de los días hasta obligarla a pasar por el quirófano.

La paciente, que prefiere mantener el anonimato, ingresó el 20 de febrero y, alrededor de las 16 horas, recibió la epidural. Notó molestias en las nalgas, que, según apuntaron ayer familiares de la mujer, que se encuentra recuperándose de la operación, trasladó al personal médico y al anestesista. Sin embargo, no le inspeccionaron la zona aludiendo a que se trataba de molestias propias de la inyección. No fue hasta pasadas la 1.30 horas de la madrugada, cuando le dieron la vuelta para la cesárea, cuando las enfermeras vieron la herida. «Todos se asustaron», cuenta su marido, «nos preguntaron si la traía de antes, pero no era así. Al día siguiente la vieron todos los médicos, ginecólogos, anestesistas... Y nos dijeron que, seguramente, el error había sido que no se había quitado el empapador tras poner ese líquido. Y así fue».

A partir de ese momento, la unidad de Cirugía Plástica revisó la herida y le dio una serie de pautas para aplicar curas. Recibió el alta y, al acudir a su centro de salud para recibir las curas que le habían prescrito en el Hospital General de Elche, «el enfermero nos dijo que él no metía mano ahí, que la herida era muy grave y que nos fuéramos al Hospital General de Alicante, donde está la Unidad de Quemados. Allí le quitaron toda la piel muerta, y nos dijeron que había que operar y que ponerle injertos». Una operación que tuvo lugar el martes.

Desde el Hospital General de Elche explicaron ayer que «se están investigando desde el primer momento los hechos que dieron lugar a la lesión. La paciente fue vista por Cirugía Plástica durante su ingreso y por la Unidad de Prevención de Heridas Crónicas. Fue dada de alta debido a su evolución favorable, con cita para seguimiento en consulta de cirugía plástica. «Ha sido vista en Alicante porque la paciente está adscrita a ese departamento de salud», alegaron desde el General.

Sin embargo, la afectada apunta que el motivo de ser operada en el Hospital General de Alicante se debió a que el alcance de las quemaduras requería la intervención de la Unidad de Quemados. Además, sus familiares criticaron que no fue hasta que recibió el alta en el centro alicantino cuando supieron de la gravedad de las quemaduras, ya que en los partes de alta e intervención del Hospital de Elche no se hace referencia a esas quemaduras de tercer grado que sí se recogen en el documento del Hospital General de Alicante.

La reclamación interpuesta ayer en el Servicio de Atención al Paciente es solo el primer paso. «Eso es solo una queja, pero reclamaremos formalmente y llegaremos a la vía penal si es necesario», sentenció el marido. La mujer sigue recuperándose.