Dos semanas después de anunciar el proyecto que hará peatonal la Corredora a partir del verano, el Ayuntamiento presentó ayer a los comerciantes la hoja de ruta de la supresión del tráfico, así como las alternativas para la circulación y detalles del estudio de movilidad de la zona centro.

Con un salón de plenos que no llegó a completar el aforo, pese a que, desde el tripartito, apuntaron haber invitado a más de 200 comercios y a los representantes de pleno derecho del consejo de comercio, propietarios de negocios, principalmente de la zona centro, trasladaron sus recelos al equipo de gobierno. La peatonalización de la Corredora aislada de la resolución del Mercado Central fue la reticencia en la que más coincidieron los asistentes. De nuevo, hubo quienes reclamaron tener una respuesta sobre el futuro del edificio de abastos y, a partir de ahí, impulsar de manera conjunta un proyecto para la revitalización del centro.

Esa idea no solo fue defendida por la nueva Asociación de Comerciantes del Centro de Elche, creada recientemente, que rechaza rotundamente que la obra se produzca antes de actuar en la plaza de abastos, sino también por propietarios de negocios de la plaza de las Flores -que ya llevan tiempo planteándolo así- y de Reina Victoria, que cuestionaron que la peatonalización de calles sea favorable para las ventas.

Sin embargo, ésta no fue la única preocupación que trasladó el sector al Ayuntamiento. Hubo quienes lamentaron que la peatonalización va a suponer un obstáculo para que los clientes con movilidad reducida puedan acceder hasta la Corredora. De hecho, también reclamaron al tripartito la posibilidad de permitir el paso del transporte público. Otros chocaron con la «despeatonalización» -así lo dijeron literalmente- de la calle Alfonso XII, donde se desviarán los vehículos antes de llegar a la Plaça de Baix. En este sentido, criticaron el ruido y el recorte de las aceras que ha proyectado el equipo de gobierno en este vial.

Sin embargo, no solo fueron los comerciantes los que pidieron la palabra en el consejo de ayer, también hubo intervenciones políticas. Desde el PP, Pablo Ruz reclamó al tripartito informes de impacto económico, financiero y ambiental de la peatonalización y, desde Ciudadanos, David Caballero achacó al Ejecutivo local la falta de diálogo con los comerciantes y pidió un plan para atraer negocios a la Corredora. Ambos rechazaron haber obviado el Mercado en el proyecto.

Tras dar a conocer los detalles de la reordenación del tráfico esta semana, ayer fue el turno de los comerciantes, un sector que cuenta con división de opiniones respecto a si la peatonalización será favorable o no. De cualquier manera, anoche el equipo de gobierno pudo tomar ayer nota de algunas de las dudas que genera el proyecto.