Nuevo intento para tratar de desbloquear la residencia juvenil de Altabix, construida desde hace cuatro años y cerrada a cal y canto desde entonces. Un inmueble que no solo ha estado vacío desde su construcción, sino que su uso ha sido continuamente replanteado por los diferentes gobiernos locales hasta tal punto de haber salido a licitación en el mandato de Mercedes Alonso sin que ninguna empresa llegara a presentar oferta alguna en esa convocatoria.
Ahora, con este malogrado pasado a sus espaldas, y después de repensarse también el destino de estas instalaciones, el tripartito ha iniciado los trámites para tratar de recuperar el edificio. Ayer, tal y como recogió el Boletín Oficial de la Provincia, salía a licitación la concesión para el uso de la residencia juvenil para un plazo de 15 años, por 846.000 euros. Esto se traduce en que el Ayuntamiento recibirá 4.700 euros mensuales en concepto de canon, aunque los cuatro primeros estará reducido, de manera que la empresa pagará mil euros durante los dos primeros ejercicios y 2.000 euros en los dos siguientes.
Con estas exigencias, de ahora en adelante, las empresas tienen 40 días para presentar sus ofertas y se verá si esta vez se consigue despejar la incógnita sobre el futuro del inmueble.
La fórmula por la que ha optado el tripartito es ofrecer la posibilidad de alojar a jóvenes, adultos y niños provistos del carnet de alberguista que vayan a utilizar el inmueble como lugar de paso en su itinerario. También tendrán cabida equipos deportivos, jóvenes o no, grupos que participen en programas europeos, así como estudiantes que puedan alojarse durante el curso académico.
Con este sistema de pago progresivo, lo que también pretende el tripartito es permitir a la empresa que durante la concesión del servicio, que será de 15 años, pueda ir recuperando los 150.000 euros que tendrá que pagar para terminar de poner a punto el edificio.
Precisamente, el tipo de canon es uno de los asuntos sobre los que más ha dado vueltas el tripartito, así como los usos permitidos en las instalaciones. Algo que ha sido discutido no solo en este mandato, sino en los anteriores.
Y es que, detrás del inmueble situado junto a la Ciudad Deportiva, hay una larga historia. Las instalaciones fueron construidas con el Plan Confianza de la Generalitat, con un presupuesto de 2,4 millones de euros, durante el mandato de Alejandro Soler. Por aquel entonces, iban a destinarse a un albergue juvenil. Sus obras llegaron a estar paralizadas en 2012 por los impagos del Consell y se reactivaron un año más tarde.
Llegaba 2014 y, con el Partido Popular en el Ayuntamiento, se tumbaba la propuesta inicial de que ese bloque fuera destinado para un albergue. De hecho, el equipo de gobierno de Mercedes Alonso alegó que no existía demanda en la ciudad para ese uso ni se complementaba la oferta existente en Elche, de ahí que se replanteara como residencia estudiantil y para deportistas, dada su cercanía a la Universidad Miguel Hernández y también a la Ciudad Deportiva.
De hecho, el Consistorio popular llegó a plantear un inmueble con 30 habitaciones, con baño interior y con capacidad para 65 personas. Dormitorios dobles y sencillos, dos plantas de edificio e instalaciones con cafetería y comedor iban a ser otras de las características de este edificio cuya concesión sí llegó a sacar a concurso.
Concretamente, a finales de abril de 2015, el PP inició el procedimiento administrativo para la concesión de esta infraestructura, con un presupuesto de licitación de 50.572 euros más IVA. Pero ninguna empresa se interesó. No hubo ninguna oferta ni propuesta. El inmueble siguió vacío y su abandono exterior fue patente.
Después, llegó el tripartito y se propuso tratar de reflotar el edificio, también con la idea de volver a potenciarlo solo como albergue. Sin embargo, finalmente, se ha optado por las dos opciones y las instalaciones se abrirán también a estudiantes y deportistas para ver si pueden salir adelante.
