El Juzgado de lo Penal número 1 de Elche ha condenado a un hombre por un delito de intrusismo laboral tras una denuncia del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV), a través de la que se detectó que ejercía sin la pertinente titulación. El juez ha considerado al acusado penalmente responsable del delito de intrusismo consumado de acuerdo al artículo 403.2 del Código Penal, y ha establecido una pena de multa y el cese de la actividad del local donde venía ejerciendo, de forma ilícita, su actividad profesional, tal y como acreditó el Colegio de Fisioterapeutas.

Este establecimiento abierto al público se ofertaba como un centro de terapias naturales, pero el condenado realizaba actos sanitarios consistentes en masajes terapéuticos y técnicas osteopáticas propias de los profesionales sanitarios fisioterapeutas. Prácticas que hacía a sabiendas de que no estaba facultado para ello, ya que no dispone del título de Grado Universitario de Fisioterapeuta, el cual le capacita tanto técnica como legalmente.

El acusado sólo disponía de simples diplomas de academias no regladas que ofertan cursos de «quiromasaje», que desde el colegio recuerdan que no facultan para estas prácticas. Desde el organismo apuntan que en los últimos años el ICOFCV está trabajando en defensa de la profesión y del derecho de los ciudadanos a una atención de calidad. Esta es la segunda sentencia en firme que consigue el Colegio en este ámbito, ya que, en diciembre de 2017, el juzgado de lo Penal de Castellón también condenó por el mismo delito a dos pseudoprofesionales que ejercían en la capital de La Plana.

El nuevo decano del Colegio de Fisioterapeutas, José Casaña, subraya la importancia de estas condenas, a las que califica de «buen precedente», ya que, según añade, «los jueces valoran que lo que está en juego es la salud de los ciudadanos, y que solo los profesionales sanitarios garantizan el derecho fundamental al acceso a una sanidad con plenas garantías».

Por su parte, el asesor jurídico del Colegio de Fisioterapeutas, Santiago Sevilla, recalca que hay más causas similares abiertas y pone de relieve que «estos pseudoprofesionales ponen en grave peligro la salud de los usuarios, que reciben los servicios como presuntamente sanitarios cuando en realidad no lo son. Por ello, tenemos que seguir trabajando en esta línea».

En este caso, fue la Policía Autonómica de la Comisaría de Elche quien abrió inicialmente el proceso contra este pseudoprofesional tras una inspección en la que detectaron las irregularidades que denunció el Colegio de Fisioterapeutas.