Cerco al reguetón. El que probablemente es uno de los estilos de música que más se baila ahora mismo en las discotecas y, que se ha ganado tanto detractores como auténticos seguidores, también está en el punto de mira del Ayuntamiento ilicitano. Para el disgusto de algunos y la alegría de otros, sus canciones no solo hacen que se llenen las pistas de baile, le pese a quien le pese. Al final, ese boom ha acabado dando la noche a los vecinos de Elche.

Precisamente, esta es la razón que ha argumentado el tripartito para introducir en la nueva ordenanza contra la contaminación acústica una cláusula para reforzar el aislamiento de los locales contra el reguetón. La normativa que será presentada el lunes en el pleno municipal para su aprobación definitiva contará con esta novedad, aunque, en principio, solo se exigirá a los nuevos locales. El concejal de Aperturas, Carlos Sánchez, apuntó a la necesidad de responder a esta preocupación, y ante el continuo «machaqueo» de esta música el Ayuntamiento quiere reforzar la protección.

Y es que, por mucho que los pubs tengan un correcto aislamiento, parece que no es suficiente para evitar que el sonido que produce esta música se cuele en las viviendas más cercanas. Por ello, lo que quiere el tripartito es combatir ese martilleo de notas que lleva aparejado el reguetón.

Éste no será el único cambio al que tengan que adaptarse los locales de ocio en Elche. La nueva ordenanza contra el ruido también incluirá las mediciones sonoras en los salones de las viviendas, cuando antes solo se realizaban en los dormitorios. Además, esas comprobaciones para medir los niveles del ruido se realizarán, como novedad, con las ventanas abiertas, ya que en verano muy pocos vecinos las tienen cerradas.

Además de esa apuesta por incrementar la protección acústica, el equipo de gobierno exigirá a todos los establecimientos que tengan música (también la de ambiente), una conexión remota de sus equipos con el Ayuntamiento, para evitar que se sobrepasen los decibelios permitidos. En esta línea, los ruidos de impacto, como el «taconeo» o los «arrastrones» de mesas y sillas, estarán especialmente vigilados con esta ordenanza municipal.

Con estos nuevos requerimientos, el Consistorio ilicitano alega que lo que quiere es conseguir un mayor respeto contra el ruido y adaptar una ordenanza, después de que la anterior tuviera que lidiar contra tres pleitos por el malestar vecinal. De hecho, el Ejecutivo local se ha topado casi al final del proceso para elaborar la ordenanza municipal con una sentencia para declarar ciertas calles del centro como zonas acústicamente saturadas. Algo que ha obligado a redoblar la presión contra el ruido en la calle, tras recurrir también el fallo judicial.

Una vez que obtenga luz verde esta normativa, el Ayuntamiento comenzará a trabajar en la modificación de la ordenanza de actividades económicas, que regula las terrazas. Para ello, habrá mesas de trabajo con especialistas en ruido de lugares como Barcelona o Vitoria, ciudades en las que se ha fijado el equipo de gobierno para importar su modelo a Elche.

A esta medida se suma la renovación del plan acústico municipal, con el que se realizará un estudio en profundidad sobre el ruido no solo de los pubs, sino también de la industria y del tráfico. Por el momento, ya han comenzado los trámites para sacar a concurso este año el contrato.