El Servicio de Cocina del Hospital General Universitario de Elche, ha comenzado ya a ofrecer a los pacientes ingresados la posibilidad de elegir entre varios platos para elaborar un menú personalizado.

El pasado mes de diciembre, la Cocina del Hospital, adjudicada a la empresa Mediterránea de Catering, volvió la gestión integral del servicio de alimentación de pacientes, cocinando y sirviendo en el momento.

Además, desde entonces ya no se encarga de suministrar la comida a los Hospitales de Elda y Orihuela como venía haciendo. Desde el año 2014, en el anterior concurso público, el servicio ilicitano se encargaba de servir los menús de los 3 hospitales mediante un método en el que se cocinaba la comida en el centro ilicitano dos días (línea fría) antes y se semi-congelaba para suministrarla posteriormente. Desde hace 3 meses se vuelve a llevar a cabo el proceso que se utilizaba anteriormente al 2014, en el que se cocina y se sirve al momento, incrementando la calidad del servicio considerablemente.

La cocina del hospital ilicitano se encarga de preparar los menús diarios de pacientes hospitalizados en el centro acorde a las patologías que padecen. Una Comisión de Nutrición es la responsable de elaborar las aproximadamente 60 dietas destinadas a abarcar todo tipo de necesidades. Los profesionales del servicio elaboran una media de de entre 270 a 370 menús diariamente a los pacientes hospitalizados.

Elección de platos

En el caso de pacientes con dieta basal y de 1.500 calorías, y cuya alimentación no influye en su patología, se oferta la elección en el desayuno, comida, merienda y cena. En las comidas principales, los pacientes pueden elegir entre 3 primeros platos y 3 segundos, además de poder elegir entre 3 tipos de postre.

La elección se realiza el día anterior. Así, ayer se suministró a los pacientes una hoja donde seleccionar para el desayuno entre café con leche, leche sola, yogur, sumo de frutas o infusión, que podían acompañar con pan con aceite, pan con aceite y tomate, galletas con mermelada, o biscotes con mantequilla y mermelada.

En el caso de la comida se podía elegir de primero entre macarrones a la boloñesa, sopa de arroz con jamón o salteado de verduras. Y de segundos entre tortilla francesa con zanahoria, calamares estofados con patata o gazpacho manchego. De postre se puede seleccionar fruta, postre elaborado casero o postre lácteo.

Para merendar existen las opciones de café con leche, leche sola, zumo de frutas o infusión, acompañado de galletas, magdalenas, yogur o biscotes con mantequilla y mermelada.

En el caso de la cena, los primeros podían ser puré de patata, consomé con picadillo, revuelto de espinacas con huevo y tomate, y de segundo jamoncitos de pollo al vino blanco, hamburguesas o bacalao al horno. También se podía elegir el postre como en la comida. En el caso de los menús pediátricos, en principio se ofrecen los mismos platos que en el de adultos pero siempre se intenta que haya platos del agrado de los más pequeños y si no coinciden, se cambia y adaptan a los menores ingresados.

Funcionamiento del servicio de cocina ilicitano

El servicio de cocina del centro ilicitano cuenta desde años con el programa informático “Trebes” que agiliza la labor de elección y preparación de menús. Los responsables del Servicio de Cocina explican que “con este programa informático las plantas están conectadas mediante red interna con la cocina. Así, las enfermeras del control de las plantas rellenan la planilla con el tipo de dieta necesaria en el ordenador, y en cocina se visualiza la planilla también, se imprimen las dietas con sus diferentes platos para que el enfermo elija y se sube a control”.

“Cuando el enfermo ha elegido mediante una planilla que se rellena tipo test, se baja la planilla a cocina y se pasa por una máquina lectora facilitando así la impresión de las etiquetas”, explican. La rotación de menús en el Hospital es actualmente bisemanal, los desayunos se preparan con leche fresca y pasteurizada y las frutas, verduras también son frescas. Desde cocina explican que “en el servicio de cocina está todo muy cuidado para satisfacer lo máximo posible al paciente. Así, el personal de cocina lleva una indumentaria propia del puesto. Es necesario llevar mascarillas, guantes y cubrecabezas. La ropa de trabajo y el aseo personal es de un elevado grado de limpieza y está prohibido llevar efectos personales como anillos, pulseras, relojes etc. así como comer en el puesto de trabajo”.