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Una psicóloga y una trabajadora social

Una psicóloga y una trabajadora social refuerzan la oficina que atiende a víctimas de violencia machista y otros delitos en Elche

El servicio se ocupa de todas las personas que han sufrido un hecho delictivo, pero 7 de cada 10 casos están relacionados con mujeres maltratadas

Una psicóloga y una trabajadora social refuerzan la oficina que atiende a víctimas de violencia machista y otros delitos en Elche

La Oficina de Atención a las Víctimas del Delito, que ofrece asistencia a todas las personas que hayan sufrido las consecuencias de una acción delictiva, ha incorporado hace tan solo unos días a una trabajadora social y a una psicóloga para ofrecer una atención multidisciplinar y que tengan un apoyo más allá del judicial. La medida, de hecho, responde a que siete de cada diez casos están relacionados con la violencia machista, y el objetivo es ofrecer una atención integral a las mujeres maltratadas.

Este tipo de oficinas, que en Elche se encuentra en la Ciudad de la Justicia, prestan asesoramiento jurídico desde antes incluso de interponer la denuncia. Su objetivo es ayudar a la víctima a saber si ha sido o no víctima de un delito, y también da información de cómo proceder judicialmente, y presta un apoyo que, en todas las ocasiones, «va mucho más allá del que ofrece un simple abogado. Se trata de ofrecer una asistencia mucho más humana. Quien sale de aquí no tiene la sensación de hablar con un abogado», cuenta la letrada que, hasta ahora, ha desempeñado el servicio en solitario en la Ciudad de la Justicia.

La oficina, que se encuentra en la primera planta de la sede judicial ilicitana, está abierta para todo tipo de personas que piensen que han sido víctimas de un hecho delictivo. No se incluyen, por tanto, asesoramientos de tipo civil, laboral o social. Y aunque el mayor volumen de trabajo se concentra en la atención a las mujeres que han sufrido violencia de género, también llegan casos de agresiones sexuales, asuntos relacionados con menores, especialmente de acoso escolar, así como víctimas de estafas.

«La gente, cuando tiene un problema de salud, va al médico. No hay duda, sabe donde tiene que ir. Pero, en asuntos judiciales, van más perdidos. No saben dónde acudir, si es necesario interponer o no una denuncia, si hay que pagar, si tienen que buscar un abogado... Todo eso es lo que se hace desde aquí», explican desde la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito.

Ahora, con la incorporación de la psicóloga y la trabajadora social, el abanico de atención se abre aún más. «Nos llegan muchos casos en los que la víctima viene con una crisis de ansiedad, o en un estado de nervios muy alto», aseguran. Aquí, ese papel de la psicóloga se vuelve fundamental, para tratar de ofrecer apoyo a la víctima. Desde esta unidad destacan que, en la mayoría de atenciones, no se trata solo de consultas puntuales en las que los usuarios llegan, plantean su consulta y se van, sino que «es un proceso continuado, se les acompaña durante todo el proceso judicial, a veces hasta incluso presencialmente a hacer los trámites necesarios».

La figura de la trabajadora social también cobra especial relevancia en los casos donde las víctimas de los delitos tienen acceso a ayudas sociales por su situación personal y económica. Estos trámites pueden resultar muy complejos por la burocracia administrativa, pero sobre todo porque las víctimas inician los procesos judiciales con una gran afección personal «y en lo último que piensan es en ayudas. De hecho, tenemos muchos casos en los que, cuando se les informa de que tienen derecho a ellas, las mujeres renuncian porque lo último en lo que piensan es en sacar beneficio del drama que viven», cuenta la letrada.

Esta incorporación de los dos nuevos perfiles profesionales a la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito responde a una reestructuración del servicio impulsada por la Conselleria de Justicia, y, de hecho, ha supuesto la creación de nuevas oficinas, como la que se ha implantado en Elda.

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