Una visita a la casa del novio de su expareja que le ha salido cara. La Fiscalía ha pedido nueve meses de prisión para un hombre que acudió al domicilio de la actual pareja de su exnovia, con el fin de espiar cómo va su nueva relación. El detenido tenía una orden de alejamiento de 300 metros por acoso sobre su expareja, con la que tiene un hijo. Sin embargo, no fue esto lo que propició su detención en un primer momento. La Policía acudió hasta el inmueble, en Arenales del Sol, tras el aviso de vecinos, que observaron cómo deambulaba por las inmediaciones, con la capucha puesta y tratando de mantenerse oculto, por lo que pensaron, en un primer momento, que se trataba de un ladrón que estaba inspeccionando la zona para robar.

La casualidad quiso que en ese preciso momento, cuando los agentes se entrevistaban con el detenido, llegara su expareja con su nuevo compañero sentimental, desvelándose así las verdaderas intenciones del hombre. Cuando la mujer comunicó la orden de alejamiento, fue detenido por la Policía, quien lo trasladó a la Ciudad de la Justicia de Elche, para que pasara a disposición judicial.

Pese a la pena de prisión, la Fiscalía no se ha opuesto a la suspensión de la pena, al ser menor de dos años y no contar con antecedentes penales, al margen de la orden de alejamiento quebrantada, y pese a que no sería la primera vez que la incumple, aunque no se ha condenado.

A finales de noviembre, siempre según sostiene el Ministerio Fiscal, el detenido acudió al lugar de trabajo de la mujer. La perjudicada pudo observar cómo pasaba por delante del lugar donde trabaja, y le hizo una foto con su teléfono móvil para probar que había roto la orden. Además, en fechas posteriores, el acusado trató de ponerse en contacto por vía telefónica con su exmujer, pese a que la orden de alejamiento también contempla la prohibición de comunicación por cualquier medio, ya sea presencial o telemático, tal y como señalaron fuentes de la Ciudad de la Justicia de Elche.