La ladera vuelve a perder árboles. El entorno del río Vinalopó, esta vez junto al puente de la Virgen, ha cambiado estos días de aspecto tras la retirada de ocho grandes ejemplares que parecen pinos aunque no lo son. Un vacío de vegetación que no ha pasado desapercibido entre los vecinos y deportistas que acostumbran a pasar por la zona.

«Se ha quedado seco». Éste es uno de los comentarios que ayer se podían oír entre algunos de los transeúntes que paseaban por la ladera, junto a la quejas por la falta de sombras cuando empiece a apretar el calor. Sin embargo, detrás de la intervención municipal se encuentra el riesgo de caída de unos ejemplares que tienen ya varias décadas, unido a la enfermedad de algunos de ellos. Algo similar a lo que ocurrió con el área situada entre el puente del Ferrocarril y el de Altamira, donde el año pasado también se eliminaron doce pinos.

De aquí al mes de mayo, este espacio verde está previsto que cuente con una nueva vegetación, pero autóctona y adaptada tanto a los aludes como al clima. Así lo aseguró el concejal de Mantenimiento y Promoción Económica, Héctor Díez, que defendió la necesidad de retirar los árboles ante la existencia de informes municipales que alertaban del peligro. «La ladera pasará unos años con unos árboles que tendrán que ir creciendo poco a poco, pero era necesario actuar», explicó el edil del área.

No solo los árboles que estaban en la cuerda floja han desaparecido de este punto. El tripartito también ha desbrozado una extensa superficie plagada de especies similares a las piteras, que se encontraban secas. Ahora, tras la limpieza de todo ese terreno, los operarios del taller de empleo T'Avalem trabajan en la colocación del riego por goteo para poder traer hasta esta área el agua regenerada y, además, instalarán una malla de fibra de coco para que no se desprenda la tierra.

Además de las labores de jardinería, el Ayuntamiento ha decidido ensanchar el paso peatonal en la parte más cercana al puente, ante la estrechez que presenta este enclave y los problemas que genera a los deportistas que frecuentan este entorno. La colocación de un muro de mampostería es otra de las tareas proyectadas para la ladera del Vinalopó, junto a la creación de un nuevo acceso hasta el río.

La apuesta del equipo de gobierno es continuar tirando de los talleres de empleo para adecentar las zonas más degradadas. De hecho, a partir de mayo, está previsto que un nuevo grupo se traslade a la zona cercana al puente de Altamira para continuar con este cometido.

Más de 673.500 euros es el presupuesto que tiene el actual taller para jóvenes menores de 30 años. De la cuantía total, 90.000 euros serán aportados por el Ayuntamiento, y más de medio millón procederán de una subvención de la Generalitat Valenciana.