La labor del Defensor Universitario es mediar entre los alumnos, profesores y personal de administración y servicios con el fin de resolver los casos con la mayor imparcialidad posible. Uno de los casos más destacados que recoge la memoria del curso 2016-2017 fue la reclamación presentada por un alumno al que el profesor de una asignatura se negaba a hacer una examen al que no pudo asistir en la fecha establecida, como el resto de compañeros, por enfermedad contagiosa.

En un principio, el profesor no aceptó la excusa del alumno y éste acudió al Defensor Universitario, quien tras analizar el caso concluyó que la normativa actual no contemplaba este tipo de situaciones.

No obstante, el estudiante alegó que sufría paperas, y que no acudió a la Universidad por orden médica. Eso le obligó a estar aislado ante el riesgo de contagio. De hecho, se trata de una enfermedad que puede provocar la esterilidad en los varones.

El defensor consideró el caso como enfermedad sobrevenida y el profesor accedió finalmente a repetir el examen.