Las estufas en la calle que son utilizadas más que nunca en esta época del año, cuando el frío aprieta, están en el punto de mira. Tras el periodo de las fiestas navideñas, el Ayuntamiento ha estrechado el control sobre estos elementos que se han disparado en las terrazas ilicitanas. El tripartito ha vuelto a insistir a los locales en que solo pueden instalar las infraestructuras que tengan autorizada, tanto las mesas y sillas, como las estufas y los toldos o las carpas.

Esta vigilancia ha llevado, según apuntó el edil de Aperturas, Carlos Sánchez, a que los establecimientos de hostelería se pongan las pilas y estén más concienciados en cuanto a la presentación de la documentación y el cumplimiento de las exigencias. No obstante, todavía hay quienes cometen infracciones. Ante ello, las inspecciones que se están realizando ponen el foco en toda la tramitación a la que tienen que ajustarse los hosteleros.

En el caso de los que optan por estufas de gas, que son la mayoría, es obligatorio contar con el contrato de las botellas, además de la licencia municipal para instalar estos aparatos. Por otro lado, hay quienes eligen las lámparas de infrarrojos, que también han de estar autorizadas previamente por la Concejalía de Aperturas.

En todo momento se vigila si el cableado está protegido y las condiciones de seguridad de los aparatos que tienen las terrazas. Uno de los argumentos utilizados por el tripartito para aumentar la presión sobre los establecimientos tiene que ver con la necesidad de cumplir con los planes de emergencias y de evacuación, para evitar problemas a la hora de intervenir en caso de accidente.

Junto a estas exigencias al sector hostelero ilicitano, el equipo de gobierno también ha intensificado el control sobre aquellos negocios de hostelería que pueden adeudar el pago de las tasas municipales.