Un respiro, incluso una alegría, para los regantes en un año que empieza empañado por la sequía. Esa es la lectura que se hace tanto en la anterior cúpula de Riegos de Levante, la comandada por Manuel Serrano, que es la que articuló la reclamación inicial; como por parte de la actual directiva, la encabezada por Javier Berenguer, que es la que estaba al frente cuando se acordó llegar hasta el Tribunal Supremo. De momento, los servicios jurídicos de la comunidad ya están estudiando la sentencia para ver cuál es el siguiente paso con el fin de cobrar ese importe lo antes posible.

«Nuestra tesis inicial era que la indemnización debía ser de 9,1 millones, y, pese a que se intentó llegar a acuerdos, nos mantuvimos firmes, y eso se consiguió gracias al trabajo que hizo entonces la junta presidida por Manuel Serrano, y a la colaboración de personas como José Antonio Sánchez, José Pagés o José Pérez García», subraya el secretario general de Riegos de Levante, José Manuel Miralles. «Cuando nos notificaron la sentencia, en 2016, la junta no dudó en continuar adelante y llegar hasta el Supremo, porque entendíamos que era una reivindicación justa, como ha demostrado el fallo del Tribunal Supremo», destaca el actual presidente, Javier Berenguer. En este sentido, el actual mandatario de los regantes pone el acento en que esos 11 millones de euros, en principio, revertirán en inversiones que ayuden a paliar la crítica situación provocada por la sequía, sea a través de desaladoras o sea a través de otras infraestructuras.