Las unidades de bomberos no solo están para rescatar a personas, sino también para salvaguardar a los animales. Así lo demuestra el trabajo de los efectivos del Parque de Crevillent, que esta mañana se han empleado a fondo para salvar a un perro que había caído a una piscina medio llena en una casa de campo en la partida del Monje. El origen del animal se desconoce, pero el dueño de la casa de campo se lo ha encontrado en su piscina, de donde no podía salir, y ha llamado a los bomberos.

El animal parecía bien alimentado, según apuntaron fuentes de bomberos, por lo que una vez rescatado, ha sido trasladado a un centro de animales de la localidad para tratar de determinar si contaba con el chip identificativo para dar con sus dueños o, en caso contrario, poder hacerse cargo del animal.

Aunque parezca sencillo, este tipo de rescates es mucho más complejo de lo que parece. Los bomberos emplean un lazo para capturar al animales, desarrollado en colaboración con las protectoras para no hacerles daño y, a la vez, garantizar la integridad del bombero. Y es que en muchas ocasiones, fruto del pánico y el estrés al que son sometidos los animales en situaciones límite, pueden tratar de defenderse al no entender que lo están rescatando. Así, con ayuda de un lazo y la escalera, finalmente han podido sacarlo y ahora se tratará de dar con sus dueños.

Al rescate de los animales

El trabajo del equipo de bomberos de Elche pasa por mucho más que apagar fuegos. Además de los rescates a personas, los efectivos de emergencias han intervenido, desde enero a agosto de 2017, en 140 casos en los que los beneficiarios de su labor han sido los animales. Desde los enjambres, que han traído de cabeza a usuarios y bomberos, hasta otros menos habituales como palomas, vencejos e incluso yeguas. Los más recientes han sido el de un perro y un gato, animales por excelencia, por detrás de las abejas, en cuanto a rescates se refiere. Muchas de estas intervenciones son complejas. En el caso del perro rescatado hace unos días en una pedanía ilicitana, los bomberos tuvieron que abrir una zanja en el asfalto para acceder al colector donde el can había quedado atrapado. Al parecer, se escapó de una de las casas de campo cercanas y cayó, por lo que su intervención fue vital para salvarlo, ante el aplauso de los vecinos.

Lo mismo ocurrió hace unas semanas bajo el puente del Ferrocarril, en este caso con el rescate de una paloma. Un vecino dio la voz de alarma al observar al animal enganchado entre cuerdas, bajo el puente, sin poder salir. Los Bomberos desengancharon al animal y cortaron todos los nudos que le ataban para, después, llevarse el ejemplar al Parque de Bomberos de Elche y, una vez allí, llamar a una protectora de animales para que se hiciese cargo del animal.

Según las estadísticas, entre los animales rescatados hasta agosto del año pasado era 14 gatos, 11 perros, dos vencejos, una oveja, una paloma y hasta una yegua. La sensibilización de la sociedad con el trato a los animales también lleva a que muchas veces los vecinos o viandantes que se encuentran con un animal en apuros, no dude en llamar a los bomberos para que acudan en su ayuda. Desde ejemplares que caen a balsas de riego y no pueden salir, hasta otros que quedan atrapados en tuberías, cauces y otras muchas circunstancias.