Los menores de edad son actualmente el colectivo que más preocupa a los psicólogos. La Universidad Miguel Hernández, en colaboración con la asociación Vida Libre y la Diputación de Alicante, está desarrollando un estudio para medir la afición de los jóvenes a este tipo de juegos.

Las primeras conclusiones de este trabajo, que se va a culminar el año que viene, advierten que el 17% de los adolescentes con trece años de edad ya se han iniciado en el juego.

Este estudio, que dirige el profesor de Psicología Daniel Lloret ha confirmado que los jóvenes cada vez se inician antes en juegos como la ruleta, póquer o las apuestas deportivas.

El acceso a este tipo de juegos está prohibido, pero el control es mínimo por lo que a los adolescentes no les resulta muy complicado acceder a las plataformas de juego a través de internet con documentos de identidad de algún familiar, advierten desde los colectivos de afectados.

«A los menores les resulta muy fácil acceder a este tipo de juegos», destaca el presidente de Vida, Antonio Castaño, que apunta a que el 5% de la población adolescente está en riesgo de padecer ludopatía.

Para tratar de frenar esta situación el trabajo que está desarrollando la Universidad Miguel Hernández se centra en un programa de prevención dirigido a los centros de educación secundaria, donde, dice Daniel Lloret, «se puede prevenir con un buena acción y retrasar la edad de inicio al juego», que resulta un factor fundamental.

Otro punto a tener en cuenta para evitar que los jóvenes se inicien a una edad temprana en el juego es el clima familiar. Si los padres o hermanos mayores juegan siempre será más fácil que los jóvenes acaben jugando, ya que es una práctica que asumen como normal, pese a ser menores de edad. Por eso los expertos advierten que los padres deben mantener una actitud fuerte e influyente, ya así los hijos serán más conscientes de los riesgos a los que se enfrentan.