La Institución Ferial Alicantina (IFA) está un poco más cerca de desprenderse de su deuda. El patronato de IFA dio luz verde ayer por la tarde al protocolo de actuación que permitirá a la Conselleria de Economía elaborar el decreto para que el Consell se haga cargo del montante de 70 millones de euros, que debe el recinto por los proyectos de ampliación que nunca se llevaron a cabo, aunque eso va a suponer disolver los actuales órganos de dirección y crear una gestora hasta que se decida el nuevo modelo de gestión.

La intención del Consell era haber resuelto este asunto y el de Feria València en el pleno que celebró el pasado viernes, pero la ausencia del acuerdo del patronato de IFA ha demorado la tramitación del decreto necesario para que las deudas de los recintos de València y Alicante se reseteen a cero. Este mismo protocolo ya había sido aprobado antes para Feria de Valencia.

El acuerdo establece que la Conselleria de Hacienda se va a hacer cargo de la deuda de IFA, atendiendo a que la Generalitat ya abona o posee la deuda, de forma que hacerse cargo de la misma no comporta aportar nuevos recursos económicos a los ya comprometidos.

Por su parte la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo se compromete a realizar las modificaciones necesarias en el actual marco normativo autonómico regulador de las ferias comerciales. Entre otros aspectos, se atribuye a la Generalitat la competencia para promocionar las ferias comerciales oficiales como servicios de interés general autonómico, con el fin de posibilitar la gestión de la actividad ferial por parte de la Generalitat, ya sea de forma directa o indirecta.

Con este acuerdo, el patronato de IFA se ha comprometido a llevar a cabo los trámites necesarios en relación al proceso de disolución de IFA, tal y como está configurada actualmente.

El compromiso del patronato pasa por garantizar la continuidad de la actividad ferial a través de una nueva entidad gestora, así como entregar a la Generalitat Valenciana los inmuebles de los que es propietaria, como fórmula de compensación por hacerse cargo de la deuda.

De esta forma, la Generalitat Valenciana pasará a ser la propietaria del complejo y los terrenos de IFA, y una junta gestora, en la que estarán la actual directora general, Esther Guilabert, y el vicepresidente de IFA; Antonio Martínez, así como representantes de las consellerias de Hacienda y Economía, seguirán gestionando el complejo en tanto el Consell decide el modelo de gestión definitivo.

En el caso de Feria València, una vez que el Consell asuma una deuda mucho mayor que la de IFA, que se estima entre 500 y 1.000 millones de euros, todo apunta a que será una entidad privada la que se ocupe de su gestión, mientras que la Institución Ferial Alicantina pretende seguir, si no se cambia de parecer, con el actual modelo de gestión, sin que intervenga la iniciativa privada.

En ambos casos la Generalitat quiere aumentar la vigilancia, para evitar que los complejos vuelvan a endeudarse. Por este motivo, la Conselleria de Economía, admitió el propio Rafa Climent, va a aumentar los mecanismos de control de la Generalitat sobre la gestión de los recintos feriales, una vez que la Administración autonómica haya asumido su deuda. El objetivo es claro. «No puede volver a pasar lo mimo», afirmaron fuentes del departamento de Rafa Climent.

La previsión es que el pleno del Consell apruebe los decretos para asumir las deudas de las ferias antes de final de año, por lo que lo más probable es que se lleve a la última sesión de 2017.