El Hospital General de Elche acaba de estrenar la nueva zona de observación de su servicio de Urgencias, un espacio que, aunque mantiene casi el mismo número de camas (de 24 se ha pasado a 20, a cambio de ganar en comodidad y privacidad para los usuarios y familiares) precisaba de una mejora sustancial, algo que ya están notando tanto pacientes como, sobre todo, los propios trabajadores habituales.

El proceso de cambio de la antigua zona de observación a la nueva está siendo gradual, poco a poco, en concreto desde el pasado domingo hasta este martes. En teoría ayer se tenía que haber dejado de utilizar definitivamente la vieja estancia para reubicarse todo el personal en las nuevas y modernas dependencias, todo ello después de terminar de incorporar todo el material y equipamiento.

No solo se trata de un lavado de cara. La nueva zona de observación de Urgencias incorpora casi un estilo futurista podría decirse. «Además de nueva estética y de que tiene una imagen impresionante, muy moderna, se puede decir que se ha mejorado en cuanto al espacio disponible, y se ha innovado en la dotación del equipamiento tecnológico. Y además, está más aislado, hay más silencio para la tranquilidad de los pacientes», resalta el doctor José Antonio Gutiérrez, jefe de Urgencias del Hospital General.

El facultativo expone que, en comparación con las anteriores instalaciones (de momento se usan en caso de saturación, para evitar que hubiera pacientes en pasillos), ahora hay más espacio para cada box de atención, así como en la distribución para el paso de personas, aparatos y camillas.

Pero sobre todo resalta que todos los boxes están dotados de monitorización con telemetría central. Esto significa que todos los pacientes están controlados mediante aparatos que controlan sus constantes, de manera que ya no es necesario, como hasta ahora, que los pacientes más críticos estuvieran a la vista del personal de control.

«Este cambio es para trabajar no más, sino mejor, porque vamos a tener el mismo número de pacientes. No tiene por qué aumentar», indica también el jefe de este servicio hospitalario.

Cuando uno llega a Urgencias, y después de dar a los administrativos sus datos, pasa por un triaje, para saber la dolencia del paciente. Es aquí donde se le asigna un tiempo de espera en función de su gravedad. Tras ser visto, en caso de tener que quedarse un tiempo o esperar pruebas pasa a una cama de observación, hasta que se decide si se le traslada a planta o recibe el alta médica. La nueva zona de observación de Urgencias, que cuenta también con una zona de luz natural, nuevo control médico y de enfermería, ocupa lo que antes era la cafetería de personal, que se trasladó en su día al edificio de consultas externas.

El doctor Gutiérrez considera también que se va a aligerar la forma de trabajar y que se va a ganar en confortabilidad, pero que en cualquier caso todo será mucho mejor cuando se culminen al completo las obras de Urgencias, que a partir de ahora entran en una segunda fase y que se prolongarán durante más de un año.

Sanidad ha invertido más de 400.000 euros en esta primera fase y la renovación total supondrá un desembolso de más de 1,8 millones de euros.