Hace un mes ahora que se iniciaron las terceras excavaciones en el entorno del Mercado, y, en este tiempo, han salido a la luz algunos hallazgos. El subsuelo de la plaza de la Fruita esconde, al menos por lo que se ha descubierto hasta el momento, y según la empresa concesionaria, silos y numerosos fragmentos de vasijas de finales del siglo XVII y principios del XIX.
Esto es lo que ha aparecido en este escenario destapado para estudiar si existen restos arqueológicos de suficiente valor como para ser protegidos y detener la construcción del nuevo Mercado Central. Los depósitos que se utilizaban para almacenar el grano o las diversas piezas de cántaros o tinajas fraccionados pertenecen a una época más o menos reciente, aunque la firma Aparcisa considera que carecen de relevancia como para preservar la zona.
Además de estos hallazgos, las catas también han dejado a la intemperie muros sin continuidad de antiguas construcciones, de los que la concesionaria todavía no ha precisado su origen, aunque sí ha vinculado al tipo de edificaciones que se descubrieron en el interior del edificio de abastos. Y es que en las anteriores excavaciones se pudieron localizar elementos arquitectónicos de una vivienda del XVI y de una almazara del siglo XVII, así como una veintena de silos de época islámica y pedazos de cerámicas del siglo XI. Lo más curioso, que, sin embargo, tampoco permitió detener el proyecto, fue la aparición de dos esqueletos con más de mil años, colocados en posición de cúbito lateral y mirando a la Meca.
No obstante, lo que también ha descartado Aparcisa, por el momento, en la plaza de la Fruita, es la aparición de restos islámicos. Ahora, tras finalizar los trabajos en este enclave en los próximos días, los arqueólogos se trasladarán al frontal de la plaza de las Flores para continuar con las excavaciones. Una vez finalizadas las labores en este punto, los técnicos de desplazarán hacia el lado opuesto del edificio y después a la calle Ànimes para acabar con las exploraciones y presentar la memoria a la Conselleria de Cultura, encargada de determinar si habrá o no nuevo Mercado Central en Elche. En caso de que no saliera nada como para ser protegido, desde Aparcisa confían en que el próximo año puedan empezar con las obras.
Urbanización polémica
Lo que también comenzará el próximo ejercicio será otra actuación decisiva y ligada al proyecto: la peatonalización de la Corredora, después de que el Ayuntamiento haya incorporado en los presupuestos municipales los gastos de la urbanización por valor de 600.000 euros. Algo que en los últimos días ha levantado las críticas entre colectivos como Àgora y el Partido Popular ante el paso adelante del tripartito para hacerse cargo de esta actuación, que ya presupuestó Aparcisa, como así consta en una memoria del proyecto de urbanización presentada el año pasado por la firma. Sin embargo, después de que esta semana el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, alegara que en el contrato que firmó la concesionaria con el Ayuntamiento, durante el mandato de Mercedes Alonso, no consta de manera específica la peatonalización de la Corredora, ayer desde la firma también echaron balones fuera y aseguraron que en el contrato no se especificaba actuar en la céntrica vía, sino en las calles colindantes al edificio de abastos.
Pese a que así consta en el contrato, la concesionaria coincide ahora con el tripartito en que la única partida que se reservó, de 375.0000 euros, hace referencia a una urbanización del entorno «sin especificar si sería o no la Corredora». Una cantidad, que, según el edil de Urbanismo, los técnicos municipales consideraron que era escasa como para peatonalizar la Corredora y musealizar los Baños Árabes.
Ahora, pese a que hay una memoria de urbanización, firmada por Aparcisa y hecha pública por Àgora, en la que el coste total de esta actuación y la musealización de los Baños Árabes asciende a los 985.000 euros, desde la firma concesionaria se posicionaron ayer del lado del Ejecutivo local. No entraron a valorar la existencia de ese documento en el que consta el proyecto de la urbanización y descartaron «poder hacernos cargo de todo» y asumir la peatonalización de la Corredora. Por contra, sí que aseguraron estar elaborando un proyecto para poner en valor los Baños Árabes, bajo la dirección del Consell, con el fin de que pueda estar definido a principios de 2018.
Frente a todo ello, desde el PP también insistieron en que la concesionaria presentó como mejora la peatonalización de la Corredora, además de los requisitos básicos, como es la urbanización de todo el entorno del Mercado que sí que viene reflejado en el pliego de condiciones. El portavoz adjunto de los populares, Vicente Granero, también apuntó que, en el caso de que no se especificara la Corredora, el Ayuntamiento podría, en su defecto, elegir la calle a urbanizar.
