El arte ilicitano no para de extenderse por el mundo. Uno de los creadores que atraviesa por un mejor momento de forma es J. Demsky. Sus murales retrodigitales le llevan a exponer por todos los rincones del planeta. Igual participa en un festival de cultura urbana en China que lleva su obra a ciudades como Hamburgo, Moscú o Ciudad de México. Estados Unidos tampoco es un territorio que se resista a sus creaciones, como demuestran las dos exposiciones que ha inaugurado recientemente en Nueva York y Miami.

La primera de las dos muestras en estrenase ha sido la de Nueva York, en la galería GR Gallery, en la célebre calle Bowery. Este recinto cultural situado al sur del municipio de Manhattan, entre Chinatown y Little Italy, acoge siete de las últimas piezas que ha creado Demsky en los últimos meses, como fruto del trabajo que lleva a cabo en su estudio de Ciudad de México, uno de los puntos en los que tiene fijada su residencia el artista de Elche, y que le permite mantener una fluida conexión con el circuito artístico estadounidense.

La performance neoyorquina recibe el nombre de Of the wall y está basada en una distorsión de la realidad con el que el creador ilicitano pretende hacer un juego de dimensiones. Sus formas en 3D se plasman sobre una superficie fija en 2D. Este tipo de composiciones casan perfectamente con el estilo habitual de la GR Gallery, un espacio que expone principalmente a artistas que apuestan por el optical art, lo que hace que su trabajo funcione bien en este ambiente.

«Nueva York es una ciudad en la que se pueden hacer grandes cosas, pero también es un lugar muy limitado para exponer. Esta galería, sobre todo por su ubicación, supone un gran reclamo para el público que sigue a artistas de mi estilo. En este lugar sucede todo a un ritmo demasiado acelerado, lo que genera excesiva información para el espectador y cuesta llamar la atención», reflexiona el propio Demsky desde la Gran Manzana, poco antes de poner rumbo hacia Miami para inaugurar su segunda exposición.

El joven ilicitano expresa su felicidad por haber dado el salto a Estados Unidos, un país en el que «casi todo funciona bien a nivel cultural». El artista frecuenta más Miami que Nueva York, y se encuentra orgulloso por la posibilidad de poder ofrecer su arte en «uno de los mejores escaparates del mundo». Eso sí, no olvida sus raíces ilicitanas y siempre está dispuesto a exponer de nuevo en una ciudad que lleva 25 años acogiendo sus pinturas. «En Elche me siento más cómodo pintando que en ningún lugar del mundo y puedo decir, con total seguridad, que es una de las capitales mundiales del grafiti», concluye el artista.

El arte de Demsky nace de la gran energía que exhibe el joven a la hora de afrontar su creación, un trabajo que le lleva a derrumbar fronteras y le permite mostrar sus composiciones en países de diferentes culturas. Sus actuales exposiciones en Nueva York y Miami suponen un salto de calidad en la carrera del ilicitano.