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Los bancos de la Glorieta se ponen a punto para la Navidad

Los bancos de azulejos de la céntrica plaza llevaban años sin repararse y algunos están desgastados por el paso del tiempo

La plaza de la Glorieta cercada durante los trabajos de reparación de los bancos. antonio amorós

Por primera vez en muchos años la Glorieta ha visto restaurados sus bancos. Durante la jornada de ayer el servicio municipal de mantenimiento de la Vía Pública inició unos trabajos de reparación en dieciocho de los veinticinco bancos que componen la estampa de la emblemática plaza.

Desde primera hora de la mañana la zona fue inspeccionada por un equipo de operarios municipales que precintaron los bancos con unas bandas de plástico para prevenir que los ciudadanos se sentaran en ellos durante el proceso. Algo que levantó la expectacion de muchos de los viandantes que transitaron por el centro.

El protocolo que se ha seguido es sencillo, ya que en primer lugar se ha limpiado el azulejo y después se ha aplicado un material especializado para reparar las juntas que hay entre las baldosas. Teniendo en cuenta que estos asientos representativos para los ilicitanos llevan en pie décadas, algunas baldosas de azulejos están desgastadas y otras se han resquebrajado, de manera que este material reparador también sirve para fijar mejor los azulejos y fortalecer la estuctura de estos bancos con motivos tan icónicos para los ilicitanos.

El material tardó varias horas en secarse, por lo que hasta primera hora de la tarde no se retiró el perímetro acotado alrededor de los bancos, por lo que los vecinos no entendían qué estaba pasando.

Según Mari Carmen Rodríguez, propietaria de un bar en La Glorieta, «jamás en mi vida había visto que acordonaran los bancos, me parece bien que los arreglen pero podrían haberlo hecho durante la noche para que la gente mayor se sentara y hubiera vida por aquí».

Por otro lado, Eugenia Miralles, vecina de la zona centro, tampoco había visto nunca que hicieran estos trabajos y le gusta la iniciativa, porque para ella la Glorieta simboliza mucho. «Desde que tengo uso de razón he pasado por aquí con mi familia porque es la esencia de Elche, y quiero que se conserve bien para que mis hijos puedan venir con sus amigos y charlar en la plaza», destacó.

De esta manera se producía una situación poco habitual, ya que la Glorieta dejó de ser el centro neurálgico habitual entre vecinos, y se limitó por gran parte del día a sólo una zona de paso, ya que las pequeñas reuniones entre vecinos tuvieron que desplazarse a otras plazas. Estas actuaciones se enmarcan en unas fechas señaladas para los ilicitanos, ya que durante estos días comienzan las compras navideñas y la plaza de la Glorieta será un punto de tránsito diario, además de ser un lugar clave en el que los niños estrenarán los regalos que les traiga Papá Noel o los Reyes Magos.

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