Todo comenzó a modo de terapia. José María Caballero escribía cada tarde sus experiencias con los quince alumnos disruptivos, o en riesgo de exclusión social, que formaban su clase del IES Montserrat Roig dentro del Programa de Aula Compartida (PAC). En esas anotaciones, el docente reflejaba las tensiones que se habían vivido a lo largo del día, los momentos de conflicto, las soluciones que se habían puesto en marcha y un sinfín más de sentimientos derivados de la relación con sus alumnos.

El propósito de aquello era el de transmitir una información que sirviera de punto de partida para el compañero profesor que entraba en el siguiente turno. Llegado el momento, Caballero se dio cuenta de que esos escritos diarios se estaban convirtiendo en un buen material y, por qué no, decidió reunirlos en el libro que presentó ayer en Elche, Quince miradas. Diario docente, que ha publicado bajo el sello de Editorial Club Universitario.

El grupo PAC del instituto ilicitano fue el primero que se puso en marcha en la Comunidad Valenciana y ha servido de modelo para el resto de los centros educativos. Los resultados del programa piloto han sido muy positivos y los objetivos se están alcanzado al 100%, al compaginar los alumnos en riesgo de exclusión social sus horas lectivas en las aulas con otras en el exterior, en las que llevan a cabo una serie de actividades que les mantienen motivados. «El secreto para que esto funcione es la perseverancia. Les he consentido, aguantado y entendido. Prefiero que se equivoquen ahora, con 15 años, que cuando tengan 30», explica el autor del diario.

Guía docente

El libro de Caballero está divido en dos partes. La primera de ellas está destinada a todo tipo de lectores. Es de carácter narrativo y en ella se cuenta las vivencias de unos chicos que han tenido un camino difícil desde que llegaron al mundo. «Hablo de ellos y de sus circunstancias, pero no entro en asuntos privados para el morbo», aclara el profesor. Su obra se completa con una segunda parte que es una guía docente, más específica para las personas que se dedican a la educación.

El autor les prometió a los alumnos que recopilaría en un libro las historias que iba escribiendo sobre ellos a modo de diario. Ahora que el proyecto ya se ha materializado, Caballero asegura que los beneficios irán repartidos para los quince jóvenes. El objetivo final es el de poder levantar un centro social en el ilicitano barrio de Casablanca para que los chicos de la zona tengan un lugar de esparcimiento y permanezcan alejados de todo tipo de tentaciones.