Pasaban las 10.15 de la mañana cuando se activó la alarma por movimiento sísmico en el colegio público Luis Vives de Elche. Los escolares, más de 400, reaccionaron con responsabilidad. A los dos toques de alarma que dio la directora del centro, Caridad Pomares, los niños se refugiaron debajo de los pupitres. Los niños no sabían cuando iba a suceder, pero no les pilló por sorpresa. Estaban preparados.

El simulacro de terremoto siguió con el aviso de tres tonos que indicaba, como ellos mismos habían aprendido durante las dos últimas semanas, que debían abandonar el edificio en orden, protegiéndose las cabezas con sus manos, y sin perder los nervios.

Mientras tanto, llegaban al colegio los servicios de emergencias. Bomberos, Policía Local, Protección Civil y el Grupo de Especialistas en Rescate Canino de Alicante.

En menos de cuatro minutos el edificio había sido desalojado casi por completo. Sólo faltaba una maestra que, como parte de la práctica, había quedado atrapada en una de las aulas, sepultada por escombros, o lo que era lo mismo, por una telas que lo simulaban.

Era el turno de que interviniese el Grupo de Especialistas en Rescate Canino de Alicante, que con uno de sus efectivos se apresuró a buscar a la víctima entre las aulas. Finalmente, fue localizada por el can y rescatada por los efectivos de Bomberos.

«Han sido dos semanas de trabajo previo en las aulas», explicaba la directora del colegio público, Caridad Pomares, ya que maestros y alumnos han trabajado durante las últimas semanas todos los conocimientos relacionados con movimientos sísmicos. Desde cómo se producen, hasta cómo hay que actuar ante este tipo de sucesos.

Cuando los alumnos salieron al patio buscaron un lugar seguro desde el que esperar a que los efectivos de emergencias realizaran su trabajo. Un espacio abierto, alejado de palmeras y farolas, que pueden caer al suelo como consecuencia de un terremoto.

Una vez que el simulacro se dio por finalizado, cuando se revisó que no quedaba nadie en el interior del edificio escolar, llegó la hora de conocer un poco mejor el trabajo que realizan los equipos de emergencia que ayer se desplazaron hasta el centro escolar. Los alumnos vieron de cerca los vehículos de los bomberos y la Policía Local, así como al perro adiestrado en búsqueda de personas, con el que hicieron varias prácticas.