Más de 1,8 millones de euros es lo que tiene previsto recaudar el Ayuntamiento el año que viene en multas de tráfico. Según las estimaciones del presupuesto municipal de 2018, las arcas municipales ingresarán un 28% más que el montante económico que se había proyectado para este ejercicio. Una estimación que ha realizado el equipo de Gobierno de acuerdo a la recaudación de los últimos años, lo que implicará aumentar ligeramente el volumen de ingresos municipales. Por contra, el Ejecutivo local también prevé que las multas por infracciones urbanísticas caigan en picado, al pasar de 250.000 euros estimados para el ejercicio actual, a los 69.000 euros que predice que recibirá en 2018.

Según los cálculos que ha realizado el Ejecutivo local para elaborar el documento económico que marcará el próximo ejercicio y que fue aprobado ayer con el respaldo de Ciudadanos, la cantidad que recibirá el Ayuntamiento por tasas, precios públicos y otros ingresos ascenderá a 22,7 millones de euros, lo que supondrá un incremento de un 1,22% respecto a este año. Al igual que ha ocurrido con los impuestos, el tripartito ha decidido volver a congelar también las tasas y precios públicos, además de introducir exenciones como la de recogida de vehículos de la vía pública y depósito de los mismos en las seis primeras horas; la gratuidad durante dos horas para vehículos híbridos en la zona azul; la reducción del 25% de los recibos en las escuelas infantiles municipales durante Semana Santa, Navidad e inicio de curso; o la eliminación de la tarifa para visitar el Centro de Visitantes, entre otras bonificaciones. No obstante, pese a que no habrá subida de la presión fiscal, sí que está previsto un aumento de la recaudación no solo por multas de tráfico, sino también por la tasa de ocupación de suelo, subsuelo y vuelo, que afecta, sobre todo, a tuberías, de redes y servicios tanto para telefonía fija como móvil, televisión o similares y galerías para las conducciones de energía eléctrica, agua, gas, etc. Por este motivo, el Ayuntamiento también ha calculado que percibirá un 63% más respecto a este año. En concreto, 31.000 euros, frente a los 19.000 de 2017.

En menor medida subirá la recaudación por el servicio de grúa, que aumentará un 9%. Según las cuentas municipales, también se estima que en 2018 sean mayores los ingresos por las licencias urbanísticas, como síntoma de recuperación del sector de la construcción, que viene despuntando en los últimos meses.

Con estas previsiones, el tripartito y la formación naranja sacaron ayer adelante los últimos presupuestos que gestionará al completo el Ejecutivo local y que, de manera global, asciende a 216 millones de euros, cinco más que el año anterior, y la inversión alcanza los 26,3 millones, lo que supone un aumento del 28% y lo que se traducirá en 115 euros por habitante.

Pese a dispararse esta partida, tanto el Partido Popular como Ilicitanos por Elche votaron ayer en contra del presupuesto municipal. Ambas formaciones de la oposición reprocharon la falta de proyectos y que 3,5 millones del total de las inversiones estarán condicionadas a la venta de terrenos. Algo por lo que los dos grupos de la oposición mostraron su desconfianza, ya que este año todavía no ha tenido salida ninguna parcela municipal, de la que estaban condicionados alrededor de tres millones de euros del presupuesto del actual ejercicio. Tanto unos como otros recriminaron al «cuatripartito», al que mencionaron varias veces, haber tenido la capacidad económica del Ayuntamiento para rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), después de la previsión de que aumente la recaudación por este tributo municipal, debido a la regularización catastral, o a los ingresos por multas de tráfico, a lo que Ilicitanos por Elche dedicó especial atención.

Frente a ello, el Ejecutivo local se aferró a que tendrá un mayor impacto para las personas con mayor necesidad acceder a las ayudas para pagar el IBI de 150 euros, que reducir este impuesto «tan solo unos euros». Por su parte, Ciudadanos no dejó pasar la oportunidad de recalcar las 135 medidas aportadas para los presupuestos o las «partidas naranjas», que tendrán consignación en 2018.