Se cierran las puertas mientras los técnicos piden silencio y recuerdan a las pocas personas presentes que apaguen los móviles. Matías, el joven intérprete, mira expectante esperando la señal para empezar a cantar. Las paredes de la Ermita de San Sebastián retumban cuando lo hace, y el sonido de su voz abraza la sala y traspasa la cortina tras las que se encuentra el equipo que hará posible que, una vez más, el Misteri d'Elx pueda reproducirse en más lugares aparte de la Basílica de Santa María.

Casi 25 años después de su último CD, la Capella y parte de la Escolanía están volviendo a grabar el drama asuncionista. Ayer fue el segundo día, y previsiblemente las sesiones concluirán el martes. Esta vez se hace bajo la profesionalidad de un equipo que, además de los conocimientos técnicos, tiene el oído musical y, sobre todo, la obra bien estudiada. No en vano han invertido varios meses en revisar documentación y en repasar grabaciones de la obra. Además, hace dos meses llegaron a Elche desde Las Palmas y Baleares para estudiar el espacio: «El Misteri es algo muy especial y único», argumenta Iván Martín, productor musical del equipo de grabación, que añade, «la comprensión de la obra es fundamental, hasta que no la interiorizas no puedes transmitir la música a través de técnicas que posibilitan ofrecer distintos puntos de vista instrumentales». Poner en tercer lugar la técnica es un ejemplo del modo de trabajar del equipo y de cómo han asumido este encargo como una responsabilidad: «El Misteri tiene unas connotaciones no sólo musicales, sino también históricas, estamos ante un patrimonio», explica Íker Olabe, también integrante del equipo de grabación. Él defiende que el Misteri no se graba ni se interpreta: se vive. «Grabar no es sólo usar la técnica, es trasladar la pasión de los participantes; hay determinada música que tienes que vivir y éste es un claro ejemplo», sentencia Olabe.

En este sentido, el lugar de grabación, defiende el equipo, guarda estrecha relación con el resultado que será transmitido: «Inicialmente se pensó en grabar en un auditorio, pero se descartó enseguida porque es la Basílica la que capta esa esencia que quedará impregnada en el disco», defiende el profesional, «se nota cuándo los cantores sienten que ése es su espacio, porque realmente lo es».

Sin embargo, el primer día de grabaciones en la Basílica sólo pudieron almacenar algunos pasajes, debido al fuerte ajetreo del exterior.

Hoy se cortará la calle para lograr el silencio: un apagón necesario para digitalizar la música del Misteri y conseguir, una vez más, llevarla en alta voz. De este modo, hoy entre las 17.30 y las 20 horas se cortará el tráfico en el Carrer major de la Vila para permitir que técnicos y artistas puedan trabajar en esta singular grabación.