El Hospital General destinará 2,1 millones de euros para inversiones e infraestructuras el próximo año, en el que se impulsará la remodelación de Urgencias, con la rehabilitación de los boxes de atención a los pacientes y se creará una zona aislada para enfermedades infecciosas y otras para albergar a detenidos y custodiados judicialmente. Así se anunció ayer en el Consejo de Salud que acogió el Hospital General y que sirvió para dar las primeras pinceladas de las reformas previstas para el próximo año. El gerente, Carlos Gosálvez, apuntó que «1.643.444 euros ya están obligados, es decir, ya se sabe a qué se van a destinar, y de hecho las licitaciones de las obras y mejoras en las que se invertirá el dinero, ya están publicadas». Estas pasan por la compra de «equipamiento médico, las obras de Urgencias, y la redacción del proyecto del nuevo bloque quirúrgico».
Además, fuentes sanitarias apuntaron a que, como ya ocurrió este año y también en el periodo estival del año pasado, en verano de 2018 se cerrará una de las plantas del hospital para llevar a cabo su reforma completa, mejorar las infraestructuras en las habitaciones y adaptar la estética a los cánones actuales.
La segunda fase de la remodelación y ampliación de Urgencias está a su vez dividida en cuatro fases. En la próxima semana, está previsto que se complete la primera, con la apertura al público del bloque de Observación, donde los pacientes que llegan al servicio permanecen durante un máximo de 24 horas, para su monitorización. Con esta zona ya prácticamente concluida, se ha iniciado la segunda fase, que pasa por acometer estos trabajos de rehabilitación en el área de Urgencias Pediátricas. Como todos estos trabajos deben acometerse sin interrumpir la asistencia hospitalaria, estos pacientes se han derivado a las antiguas dependencias de la Unidad de Cirugía Sin Ingreso. Cuando acabe esta parte, ya de cara al año que viene, se llevará a cabo las obras en los veinte boxes de atención a los pacientes, y será aquí cuando se habilite esa zona aislada en Urgencias, de la que ahora se carecía.
Este espacio es especialmente útil en casos como la crisis del ébola que se desató algunos años, y que obligó a improvisar una sala especial donde llevar a los pacientes sospechosos de portar el virus. Así, cualquier paciente que llegue con cualquier enfermedad infecciosa, podrá derivarse a este espacio de forma segura para el resto. En esta línea, también se habilitarán boxes especiales para pacientes que lleguen detenidos y bajo custodia policial, para garantizar esa vigilancia y la seguridad de todo el personal.
En cuanto al bloque quirúrgico, ras la realización de un anteproyecto este año, en el que se invirtieron más de 80.000 euros, en 2018 se procederá a la redacción del proyecto final, que está previsto que suponga la ampliación de estos espacios para adaptarlos a los estándares actuales, ganando metros al hospital, altura en los techos y ganar en iluminación. Sin embargo, la ejecución de las obras no será posible este año, debido a que se está previsto que supongan un importante montante económico que con las obras anteriores ya comprometidas, no se podrá asumir en 2018.
Los números presentados ayer fueron valorados de forma muy positiva por parte de Satse, el sindicato de enfermeros. Además de las inversiones del próximo año, se apuntó a que de las programadas para este 2017 ya se han ejecutado un 90%. Desde el sindicato apuntaron que «el único pero es que no se ha aumentado el presupuesto destinado a personal, algo que afecta especialmente a los enfermeros, pues no podrá reforzarse el servicio», apuntaron desde Satse».
