Una clase distinta a las de matemáticas o inglés pero igual de importante para el desarrollo de los escolares ilicitanos. Más de un millar de ellos dejaron el martes y ayer las aulas por unas horas para recibir una lección didáctica por parte del músico argentino Pablo Nahual sobre el origen de los instrumentos y los sonidos con los que el hombre prehistórico comenzó a expresarse de forma artística. La cita ha tenido lugar en la sala cultural La Llotja y ha servido para que niños de Elche aprendan qué es un pututu o como el caparazón de un armadillo puede servir de caja de resonancia en un charango.
Escolares de centros educativos como el Hispanidad, El Palmeral, el Luis Cernuda, el Virgen de los Desamparados o el Sixto Marco han participado en esta iniciativa, que ha coincidido, ayer, con la celebración mundial del Día de la Música. Gracias a la labor pedagógica que lleva a cabo la Compañía Musical Pablo Nahual pudieron conocer de primera mano cómo se utiliza un palo de lluvia o cómo se percute sobre un bombo legüero. La vaina de chivato, la trompeta inca o las ocarinas también fueron utilizadas para que la música sonara en La Llotja. A su compás bailaron los pequeños, que lo pasaron en grande y no dudaron en animarse a cantar, del mismo modo que despidieron al artista argentino con una gran ovación.
Estos conciertos didácticos, que también forman parte del ciclo para escolares del Palau de la Música de València, permiten acercar a los niños instrumentos étnicos traídos de comunidades indígenas, que hoy en día ya son considerados como piezas de museo por la dificultad que existe para encontrarlos en el mercado. Los alumnos ilicitanos pudieron disfrutar de unas horas de los sonidos prehistóricos y comprender cuál es el origen de los instrumentos que hoy gozan de mayor popularidad.
Desde la organización aseguran que estos conciertos didácticos están considerados por la Unión Europea como una herramienta «fundamental» para conseguir la innovación educativa. Del mismo modo, apuntan que su contenido pedagógico cuenta con un gran valor para el desarrollo musical de los jóvenes, así como para otra asignaturas y trabajos transversales que se tengan que afrontar en el futuro, ya que enseñan a saber ser espectador, crean un espíritu crítico y fomentan la interculturalidad.
La propuesta escénica de Nahual no se limita únicamente a la música, como se apreció ayer en La Llotja, ya que el folclorista andino intercaló durante su presentación de instrumentos mensajes relacionados con la importancia de cuidar la naturaleza o el enorme valor que tiene la cultura. «Apostamos por la educación de calidad en unos tiempos en los que la tecnología nos avasalla y lo ocupa todo», sostiene el músico argentino sobre su propuesta pedagógica.
Con más de 30 años de experiencia, la trayectoria del argentino se ha caracterizado por su investigación de la cultura andina. Ha realizado numerosos viajes a comunidades étnicas, en las que ha conectado con los ritmos, las esencias y el saber ancestral. Todo esto es lo que transmitió ayer a los escolares ilicitanos de manera amena, didáctica y musical, echando mano de toda la imaginación a su alcance.
